Lobe Huesca La Magia está en su mejor momento en una década. El equipo oscense afronta el partido de vuelta ante el CB Mallorca Palma con una dinámica ganadora que ilusiona a toda la afición peñista. Seis victorias consecutivas avalan el estado de forma del conjunto dirigido por Jorge Sanz, que ha firmado un tramo final de temporada espectacular, cargado de energía, juego vistoso y un espíritu competitivo admirable.
Un playoff perfecto y una racha para soñar
El equipo oscense es el único conjunto de su categoría que ha conseguido un pleno de triunfos en el playoff, un dato que habla por sí solo del momento de forma en el que llega al encuentro decisivo. A la victoria cosechada ante Mallorca en el partido de ida, hay que añadir los dos triunfos frente a Cáceres y los dos contra Horta Godella. Un total de cinco victorias en eliminatorias directas, a las que hay que sumar la conseguida en la última jornada de la fase regular en el Multiusos de Cáceres.
Desde el 12 de abril, Lobe Huesca no conoce la derrota. En aquella ocasión, los oscenses cayeron por un ajustado 69-72 en casa ante Biele, a pesar de haber dominado gran parte del encuentro. Ese tropiezo no empañó una brillante segunda vuelta en el Palacio, donde encadenaron seis victorias consecutivas como locales.
Una racha que no se veía desde 2016
Para encontrar un registro similar hay que remontarse a la temporada 2015/16, cuando el equipo militaba en LEB Oro y estaba dirigido por Joaquín Costa. Entonces, Lobe Huesca encadenó también seis victorias consecutivas entre las jornadas 12 y 17 de la fase regular. Aquel equipo fue superando a rivales de entidad: Castelló (85-81), Ourense (75-69), Prat (70-60), Clavijo (72-71), Oviedo (82-60) y Cáceres (74-56). La serie se cortó en la pista del Barça B, donde los peñistas cayeron por 71-67.
La comparación entre ambos momentos refleja el excelente nivel competitivo que ha alcanzado el actual grupo. Aquel equipo del 2016 dejó huella, pero el de 2025 quiere dejar historia.
La mano de Jorge Sanz y el impulso de la afición
El trabajo de Jorge Sanz al frente del banquillo ha sido clave en esta dinámica. El técnico ha sabido sacar el máximo de sus jugadores en el tramo más exigente de la temporada, imprimiendo un estilo dinámico, alegre y efectivo, que ha convertido al equipo en uno de los más temidos del playoff.
Además, el papel de la afición ha sido fundamental. La grada del Palacio ha empujado con fuerza, convirtiéndose en un fortín, y el equipo ha respondido con creces. Esa conexión entre equipo y grada es uno de los pilares de esta racha histórica.
Con los ojos puestos en Mallorca
Ahora, el objetivo está claro: cerrar la eliminatoria en Mallorca y seguir soñando con cotas mayores. Con seis triunfos consecutivos, un juego en alza y la confianza por las nubes, Lobe Huesca afronta el duelo decisivo con la convicción de que está preparado para todo.
El momento es inmejorable. La ilusión está desatada en Huesca. Y los peñistas, por méritos propios, vuelven a soñar con lo grande.