Los hermanos Pou -Iker y Eneko- más el argentino Kiko Cerdá siguen adelante en su intento de hacer cima en Peña Santa de Castilla, en Picos de Europa. Han superado el impresionante muro de la parte superior de la ruta. Y no ha sido fácil. Tras varios días de esfuerzo que han puesto la ascensión en un punto casi imposible, la cordada ha doblado su particular Cabo de Hornos. Tal como han explicado los Pou en una nota de prensa ha sido “in extremis”.
Cerdá y los hermanos Pou abren la directa a Peña Santa de Castilla y han tenido que superar más de 150 metros desplomados en los que los agarres brillan por su ausencia. En el largo 11, a unos 500 metros del suelo, ha sido el punto más complicado. Allí, en una sección de 40 metros de longitud, con agarres ínfimos y que han salvado con un dedo. Los tres escaladores tuvieron que emplearse a fondo durante varios días. Con grado de 8c, se trata de uno de los largos mas difíciles y complicados que se han encontrado en una pared de estas dimensiones.
Aunque el largo cuenta con algunos seguros que proporcionan basten seguridad -bolts-, también ha sido necesario autoprotegerse con empotradores y friends en varios tramos. De tal forma, esos 40 metros han sido de pura fuerza y técnica a lo que ha habido que sumar el componente psicológica para salvarlo.
Con esta zona escalada en libre y superada, si no hay sorpresas, los tres escaladores no ven impedimento para poder alcanzar la cumbre en los próximos días.