ZARAGOZA | Txema Indias fue anunciado de forma oficial el viernes a las 20:24, en un proceso que se alargó más de la cuenta, en un papeleo que se hizo interminable. Al director deportivo donostiarra le espera un verano intenso, plagado de trabajo y de movimientos. Los problemas estructurales del Real Zaragoza se pueden resolver en el corto plazo de una forma: con acierto en la dirección deportiva, con fichajes que cambien el rumbo de las últimas cinco temporadas. Ya en la primera semana, Txema Indias debe resolver algunas materias troncales.
Su primer acuerdo parecía escrito antes de llegar: la continuidad de Gabi Fernández en el banquillo. “Lo primero es que me quiera a mí”, dijo el técnico del Real Zaragoza. Indias pareció siempre el candidato de la propiedad y la propiedad le quiso tanto a él como a Gabi. Se ajusta también al perfil de técnicos que Indias ha elegido últimamente, capaz de complementarle a través de la juventud, la ambición y, en este caso, el conocimiento de las leyes del Real Zaragoza. La transición de Indias será más sencilla con Gabi, pero el trabajo más intenso le corresponde al nuevo director deportivo, que tendrá muchos expedientes abiertos.
El caso Kervin Arriaga
Uno de los más esenciales es el de Kervin Arriaga. El caso parece complejo y está lejos de resolverse. El Real Zaragoza ha querido reescribir el pacto que parecía cerrado, la opción de compra obligatoria. Según informó Álvaro de la Rocha y corroboró El Periódico de Aragón, Arriaga y su agencia de representación habían conseguido reducir el precio del traspaso, con la intención de destinar esa cantidad a su salario y futuras plusvalías. “Queremos a Kervin Arriaga, pero no a cualquier precio”, sentenció Gabi Fernández en una frase que no sentó nada bien en el entorno del hondureño. “Denle lo que pida”, respondió el grueso de la afición, antes y después de la derrota en Castalia. El partido demostró sin ir más lejos la influencia del hondureño en la salvación. Y mostró también lo que es el Zaragoza sin Kervin Arriaga.
Un problema central para Txema Indias
Si el cierre de la temporada tuvo algo positivo es que no hay engaño posible, que la reconstrucción no es opcional. Descubrió exactamente lo lejos que está el Zaragoza de ser un equipo ganador, sólido en el principio y el fin de la competición. Lo imprescindible que es renovar la plantilla también de arriba abajo. El equipo precisa refuerzos en todas las líneas y la situación contractual de los jugadores descubre una urgencia mayor que ninguna otra. La defensa, con un acento especial en la zona central. Un sitio que fue, sin ir más lejos, la peor huella de Juan Carlos Cordero. El primer rumor del verano responde precisamente a una carencia en un lugar estratégico: el reencuentro de Sergio González con Txema Indias en Zaragoza. Al margen de lo que pueda venir, el director deportivo tendrá que estar atento a lo que puede irse. El contrato de Lluís López y Jair Amador se acaba en 22 días y todo indica que el futuro del club no pasa por ellos. Está por ver si Txema Indias cambia la idea que el club ha mostrado por omisión. Ya saben, no decir nada es decir mucho.
Cedidos y un reto mayúsculo
A esos expedientes les resta Carlos Nieto y la decisión que se tiene que tomar con los cedidos. Enrique Clemente y Alberto Marí no tienen opciones de continuar. El caso de Adu Ares es completamente diferente y todo tiene que ver con la influencia de Gabi Fernández. El técnico valora mucho la recta final de temporada y le gustaría que el Zaragoza peleara por su continuidad. El consenso con Txema Indias en ese y en todos los capítulos será también un lema esencial del próximo verano. Deberá cambiar la pauta, el guion de sus mercados en Butarque. Acostumbrado a agitar el mercado en los últimos días y en las últimas horas de las ventanas, el Real Zaragoza necesita anticiparse, elegir bien, elegir mucho y elegir pronto.
Txema Indias aún no ha aterrizado del todo en Zaragoza y ya sabe que le espera el mayor reto de toda su carrera.