HUESCA | Manu Rico ha vuelto a casa, a su Huesca. Lo ha hecho con la energía de quien sabe que se está jugando mucho. El futbolista oscense, formado en la cantera del Huesca, está completando una notable pretemporada y será uno más en la plantilla del primer equipo, tal y como ya le ha transmitido el nuevo entrenador, Sergi Guilló. “Volver a casa para mí era importante, era un reto que me motivaba. Igual se me había quedado una espinita y creo que, después de un año entero fuera y viéndome bien, era el momento para volver e intentar ganarme un puesto”, explica Rico, visiblemente ilusionado.
El mediocentro regresa tras una temporada en Primera Federación con el Tarazona, donde fue indiscutible. “Al final, un jugador se hace jugando. Cuando compites cada semana, te sientes importante, evolucionas. He asimilado conceptos nuevos y mejorado los que ya tenía”, reflexiona sobre su experiencia. El salto a la categoría de bronce parece haber sido clave en su madurez: “La Primera RFEF te curte. Hay jugadores con mucha trayectoria, que vienen de Segunda… y todos los equipos son muy parejos. Eso te obliga a dar siempre el máximo”.
La pretemporada de Manu Rico
Durante esta pretemporada, ha sido uno de los nombres más destacados. Ha disputado los cinco amistosos y, aunque admite que aún están en fase de adaptación al nuevo estilo de juego, se muestra optimista: “Estamos cargando mucho, adaptándonos a la idea del míster y compitiendo bien. Queremos llegar al primer partido lo mejor posible, con ilusión y trabajo”. Sobre el nuevo entrenador, Manu solo tiene buenas palabras: “Sergi Guilló es muy cercano, trata bien a todo el mundo. Es joven, debuta en la categoría, pero tiene hambre, y eso es lo más importante”.