ZARAGOZA | Marcos Cuenca y Andrés Borge saldrán en los días finales de este mercado, en un ejemplo más de una fuga que no cesa. Los movimientos, anunciados en la jornada de ayer por El Periódico de Aragón, conforman una tendencia. Cada vez hay menos cantera en este Zaragoza.
En el caso de Marcos Cuenca planea el escenario de una cesión, con Teruel y Tarazona bien situados en la puja. Con Andrés Borge el panorama es diferente. El contexto de una cesión es inminente, con un partido que sirvió como condena. Borge lo jugó en Tarragona, en un partido que le dejó en mal lugar. Si su polivalencia era un arma a su favor, Gabi interpretó que sus errores como central eran un mal presagio para la temporada.
El caso de Marcos Cuenca admite una variable. Especialista en el último tercio, el escenario de una cesión admite una prórroga en el Real Zaragoza. El extremo ya conoce ese camino. Antes de ser diferencial en el filial, tuvo que probar su fútbol en el Ebro y el Brea. Ahora, se fogueará en Primera RFEF en busca de un regreso. El caso confirma una tendencia: el éxodo de cantera se ha acentuado con la llegada de la nueva propiedad.
Una fuga que no cesa
Las pruebas se remiten con cierta facilidad. De hecho, con huellas de cantera solo resisten en el primer equipo Francho Serrano, Pau Sans, Raúl Guti y Juan Sebastián. Solo en los dos últimos cursos han salido futbolistas como Alejandro Francés, Iván Azón, Marc Aguado, Carlos Nieto, Marcos Luna, Adrián Liso, Alberto Vaquero, Pablo Cortés, Guillermo Acín, Chema Aragüés o Miguel Puche forman parte de una lista que merece un examen propio y cuyos límites son amplios y difusos. Si nada cambia, Marcos Cuenca y Andrés Borge engrosarán a su manera ese inventario.