ZARAGOZA | El traspaso de Marcos Luna a la UD Almería está cerrado, definido ya entre todas las partes. El canterano firma para las próximas cinco temporadas y abandona el equipo de su vida, en esta ocasión sin viaje de vuelta. La información, adelantada por este medio, se cumple: Luna llegará a Almería y elegirá un proyecto ambicioso. El canterano encontró interés cuando Gabi mostró dudas y le consideró prescindible para el Zaragoza que viene.
El Periódico de Aragón alertó sobre su situación y a ese avance le siguió un estudio muy concreto de este medio. Juanda Pardo y Mario González detallaron su situación y mostraron por primera vez la pista del Almería. En las siguientes piezas se descartó al Alavés y se descubrió la cercanía de un cierre que no se iba a prolongar más allá de la próxima semana. Fue el pasado jueves, unas horas antes de que Marcos Luna organizara una cena que sirvió como despedida. La historia estaba escrita, solo pendiente de una firma que ya se ha rubricado.
Marcos Luna mejorará considerablemente sus condiciones económicas. Pero el motivo de su marcha no se explica a partir de esa variable o solo de ese factor. El canterano sintió que la continuidad de Gabi Fernández alejaba su carrera de Zaragoza. Acostumbrado a recorrer un camino más largo que el resto, temía también que cada curso podía regresar a la casilla de salida, a un paseo por el alambre.
Capaz de convencer a Víctor Fernández en la última pretemporada, creyó que cambiar la opinión de Gabi era improbable. En su caso llaman la atención muchas cosas: entre ellas un cambio de tendencia. Renovado en invierno hasta 2029, la valoración y el cariño que le ofreció el club cambió por completo. Fue retirado en el momento de la verdad y su puesto lo ocupó Francho Serrano, en un reciclaje que pudo no sentarle bien al lateral.
Su periodo de maduración en Irún le sirvió para quedarse una vez, pero no para cumplir lo que siempre había deseado: consolidarse en el Real Zaragoza. Su primera intención nunca fue haberse marchado y habrá dolor en su despedida, pero también un paso que a estas alturas parece inevitable. Su siguiente estación ya está escrita: Marcos Luna jugará en Los Juegos del Mediterráneo.