ZARAGOZA | La posible marcha de Marcos Luna confirma que el Real Zaragoza empieza por la rampa de salida, por la puerta de atrás. En el camino se espera una revolución silenciosa, especialmente acentuada en la zaga. Su situación explica, eso sí, algunas tendencias. La improvisación lo gobierna todo: lo de ayer nunca dura para siempre. Su renovación en el mercado invernal parecía una apuesta de club. Hoy está más cerca de desdecirse.
La noticia parte de un avance de El Periódico de Aragón, que señaló el interés del Alavés. Ayer este medio profundizó en algunos detalles: la continuidad de Gabi favorece la salida de Marcos Luna. Su intención no era marcharse, pero el jugador tiene la impresión de que es el club el que le abre la puerta. Entre los candidatos para abordar su fichaje, nadie parece pujar tan fuerte como el Almería. El entorno del futbolista traslada una primera conclusión: a pesar del interés, su destino no será el Alavés.
Marcos Luna como síntoma
Como en el fútbol y en los mercados todo puede cambiar en un suspiro, sería un error dar por hecha la salida de Marcos Luna. También descartar del todo cualquier destino. Sí que parece lógico pensar que, en el formato que sea, hoy su marcha está más cerca que nunca. No es la primera vez que un canterano siente que tiene que hacer un camino más largo que el resto. Y su situación sirve como ejemplo, como el síntoma de algo mucho más grande. La nueva propiedad le ha dado salida, por un motivo u otro, a Alejandro Francés, Iván Azón, Marc Aguado y todo indica que Adrián Liso y Marcos Luna serán los próximos.
Los dos casos resultan paradigmáticos. Ambos fueron renovados hace menos de un año. Existe la impresión de que la figura de Gabi Fernández ha influido en su marcha, desde diferentes perspectivas. Tampoco hay sitio en el Zaragoza del futuro para Alberto Vaquero o Chema Aragüés y está por ver cómo se resuelven las situaciones de Marcos Cuenca o Pablo Cortés. En el caso de Luna, el siguiente paso parece previsto: a cambio de su marcha, se puede promocionar el regreso de Juan Sebastián.
La renovación de Francho Serrano o Pau Sans refleja una excepción, nunca una tendencia. Y el equipo parece debilitado. Y menos nuestro. Hoy quedan más lejanos que nunca aquellos discursos iniciales. Quizá debimos empezar a sospechar entonces, cuando se le llamó academia a la cantera aragonesa.