ZARAGOZA | Hace tiempo que el Real Zaragoza echa de menos a su mejor arma ofensiva. Mario Soberón ha sido, a lo largo de la temporada, el filo más punzante del conjunto blanquillo, toda una daga que, últimamente, está sin afilar. Aquel que siempre ha dado la cara (mientras las lesiones se lo han permitido), es hoy una sombra de lo que fue. El Real Zaragoza necesitará todo su arsenal de cara a las dos últimas jornadas de la temporada más difícil de su historia. Es el momento de que Soberón vuelva a tomar las riendas del ataque maño como sólo él sabe hacer.
Soberón comenzó la temporada de forma inmejorable. Si bien el año pasado ya había deleitado a la afición en Elda, el salto al Real Zaragoza supuso todo un reto para el atacante que, sin embargo, enamoró a La Romareda desde el minuto uno. Fueron 6 goles en 8 partidos y, como si se tratara de una supernova, se apagó tras brillar como nunca. Una lesión, con una recaída tras 21 minutos ante el Eibar, lo apartó de los terrenos de juego durante 17 jornadas. Cuando regresó, evitar el hundimiento del Real Zaragoza de Miguel Ángel Ramírez era simplemente imposible.
Aún así, desde entonces, suma otros cuatro tantos y dos asistencias, lo cual no oculta el bajón de nivel que Soberón ha sufrido. Con la llegada de Gabi, muchos jugadores dieron un paso al frente mientras el ‘7’ se quedó estancado. Como si aún estuviera falto de ritmo, ha perdido velocidad, intensidad en la presión y, sobre todo, el olfato goleador que lo convertía en un delantero diferencial. Son ya ocho jornadas en las que ha anotado un solitario gol, durante los últimos minutos de locura vividos en el Ciutat de Valencia. Justo en el momento más delicado de la temporada, Soberón está lejos de dar su mejor nivel.
El Real Zaragoza lo echa de menos. Si bien el conjunto blanquillo ha cosechado resultados ‘positivos’ en las últimas jornadas, la falta de gol se ha hecho notar. Gabi se tendrá que poner el mono de afilador, pues su equipo necesita que Soberón vuelva a ser un puñal capaz de rasgar cualquier defensa. Con el Real Zaragoza a tres puntos del descenso y con el goal average perdido, no hay margen de error. Quedan dos jornadas en las que se decide el futuro de uno de los equipos más históricos de España. Un gigante dormido que, como Mario Soberón, ha de despertar.