Mario Soberón fue esencial para que el Real Zaragoza lograra la permanencia el año pasado | Foto: Real Zaragoza
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ZARAGOZA | Hay quienes aparecen cuando más se les necesita. Cuando las cosas se ponen feas, hay ciertos jugadores que son capaces de cambiar el rumbo de un partido. Mario Soberón solía ser uno de ellos. La pasada temporada, sus goles fueron esenciales para que el Real Zaragoza lograra la permanencia. Fueron 10 tantos en tan solo 24 partidos, con un comienzo de temporada estelar. Sin embargo, lesiones y recaídas lo apartaron de los terrenos de juego durante la mayor parte de la temporada y, desde entonces, nada volvió a ser lo mismo.
Prácticamente sin minutos durante la etapa de Miguel Ángel Ramírez, Soberón no terminó de volver a su mejor forma una vez recuperado de las múltiples molestias que sufrió. Ya con Gabi Fernández al mando del equipo, el ‘7’ blanquillo logró únicamente dos dianas que supieron a poco. Más allá de ello, Soberón perdió su magia. No estuvo fino en ningún momento, y la afición no tardó en señalarlo. Con el descenso pisando los talones del equipo, el atacante dejó de ser la amenaza ofensiva que tanto necesitaba el Real Zaragoza.
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Porque Soberón no es un jugador cualquiera. Nadie que lo viera jugar antes de las lesiones de la pasada temporada duda de su calidad. Sólo tiene que encontrarla de nuevo. Si bien estamos ante un mal Soberón, falto de ritmo, de forma y con un olfato goleador sin afinar, el atacante ya ha demostrado de qué está hecho. Si es capaz de reencontrarse con su mejor versión, el zaragocismo volverá a disfrutar de una de las mejores armas ofensivas de la categoría. Las llegadas de Sebas Moyano o Paulino de la Fuente han mejorado un ataque que no termina de arrancar. Quizá el mejor Mario Soberón es la pieza que falta.
