ZARAGOZA | Con sufrimiento, pidiendo la hora y otras veces con el canguelo en el cuerpo, pero la Selección Española de Mariona Ortiz y Helena Pueyo, ambas jugadoras del Casademont Zaragoza, ya es finalista del EuroBasket 2025 tras vencer a Francia por 64-65 y colarse en el último partido contra viento y marea en un duelo en el que las francesas se erigían como claras favoritas. La base cosechó 4 puntos, 5 rebotes y 4 asistencias para 8 créditos de valoración en los más de 25 minutos que jugó, mientras que la escolta balear facturó 9 puntos, 4 rebotes y 2 robos para 11 créditos.
Cabe destacar el tercer cuarto de Pueyo, en el que hizo 5 puntos en uno de los momentos más delicados del partido. Concretamente cuando Francia vencía 46-40, con una Ayayi imparable, y le tocaba a la balear sacar a relucir su buena muñeca y facturar dos libres y un triple para, con ayuda de Fam y Torrens, hacer como si nada hubiera ocurrido y marcharse 46-49 al último cuarto. Asimismo, Mariona Ortiz supo exactamente cuándo hacer la última falta, a falta de 2,4 segundos, una acción que acabó propiciando la victoria, y desató elogios en redes como los de Roberto Iñíguez, exjugador y actual entrenador del Spar Girona: «Me quito el sombrero ante Mariona Ortiz. Sabe qué está pasando y qué es lo que hay que hacer en cada momento durante todo el partido. Una maravilla», dijo vía X.
Así, aunque la actuación de las jugadoras de Pueyo y Mariona fue notable, el papel de Awa Fam, pívot del Valencia Basket, fue inapelable y vital, logrando la jugadora de solamente 18 años: 21 puntos; 9/13 en tiros de campo; 9 rebotes; 3 asistencias; 2 tapones y 31 de valoración en 30 minutos. Cifras al alcance de muy pocas y más en un encuentro tan físico y cerrado como el que planteaba el conjunto dirigido por Toupane.

El encuentro entre Francia y España (64-65)
España salió al parqué con las ideas claras: aguantar el ritmo físico de Francia y aprovechar cualquier grieta defensiva. Las de Miguel Méndez fueron agresivas en las penetraciones, pero el desacierto en el tiro exterior las dejó sin ventaja. Francia, más cómoda en el perímetro, aprovechó dos triples para abrir un pequeño hueco (11-6), aunque el empuje de una Awa Fam, rocosa como ella sola en la pintura, y una providencial María Araújo permitió cerrar el primer cuarto en tablas (18-18). La igualdad se palpaba en el ambiente.
El segundo parcial arrancó con imprecisiones por parte de España. La defensa gala asfixiaba y cada pérdida tenía castigo inmediato. Raquel Carrera rompió el hielo desde el triple, pero el rebote ofensivo francés marcaba la diferencia: España no capturó ni uno en toda la primera mitad. Awa Fam sostenía a las suyas con 12 puntos al descanso, pero el desgaste físico comenzaba a pasar factura y eso lo supo ver bien Toupane y su combinado, que comenzó a llevar la batuta de mando y acabó escapándose por nueve (34-25). No obstante, España recortó algo antes del intermedio para marcharse al túnel de vestuarios 38-31.
Tras el parón, Touré estiró la ventaja gala hasta los 10 puntos, pero entonces llegó el momento clave. España subió el tono defensivo hasta lo épico, dejando a Francia más de cuatro minutos sin anotar, algo histórico para una selección que atesora una media de casi 90 puntos por partido (89,3). El ritmo cambió, el partido se volvió incómodo para las favoritas, y ahí apareció el carácter. Y también la calidad marca de la casa. Helena Pueyo clavó un triple y dos libres consecutivos que no hicieron más que encender la mecha, porque Alba Torrens robó dos balones consecutivos y España se puso por delante justo al final del tercer cuarto (46-49), bajo la dirección de una gran Mariona Ortiz. Era un cambio de guion rotundo: de sufrir a soñar, de verse contra las cuerdas a ser ellas las que propinaban golpes, de verlo difícil a creérselo de verdad.
Los mejores minutos de Etxarri y un triple de Buenavida impulsaron a España hasta el 50-55, poniendo una pequeña barrera más mental que en resultado a las galas. No obstante, Francia, con su poderío físico, no se rindió y logró empatar. Awa Fam anotó desde el 6,75, y tras varias posesiones de infarto, Alba Torrens volvió a ser decisiva. Y es que a una jugadora con más de 200 partidos con la Selección no le tiembla el pulso: anotó dos tiros libres a falta de 16 segundos que pusieron a España por delante.
Así, con el 64-65 en el marcador, Francia tuvo una última oportunidad tras rebote ofensivo en un tiro libre, pero Rupert falló y España certificó una victoria histórica. Una semifinal de leyenda, con el alma como estandarte. Ahora toca ver quien baila con las de Méndez, si Italia o Bélgica. Ambas se enfrentan esta tarde (19:30 horas) en busca de ser el rival de Pueyo, Mariona y compañía.