Estudiante de último curso de Gestión Deportiva, habla inglés y español además de portugués y no se plantea dónde puede estar en la temporada 2022/23. De momento, Huesca es el único espacio que ocupa su mente cuando piensa en balonmano. Como buen portugués echa en falta el mar. Más aún cuando te has criado a los pies del Atlántico y los portugueses siempre han tenido alma de marineros y exploradores.
La llegada a una nueva liga y a un nuevo club siempre provoca dudas. El paso de los partidos le ha dado cada vez más responsabilidad. Con la primera vuelta ya empaquetada hace un rápido análisis de lo hecho y comprobado. “Es una liga muy competitiva como me esperaba. Conozco mejor a mi equipo y cada día me siento mejor. Siempre he creído que tenemos un equipo de calidad y las tres primeras derrotas no eran la realidad del equipo. La mejora era natural. Estamos en una buena posición, creo que es merecida, tenemos que seguir así y acabar en el Top-5”, señala.
El muro del Bada Huesca tiene como protagonistas a Rodrigo Benites, Gucek -con el que se comunica en inglés- y Asier Nieto sin descartar a Adrià Pérez que de penúltimo está dejando, también, defensas con una gran intensidad. Espinha cada vez se siente más seguro con ellos. “Son muy fuertes, y en un sistema de defensa 6:0 es importante tener a jugadores grandes y pesados”, recalca. Nota que cada partido mejora el equipo, y no es fácil, cuando, además, siente que hay margen de mejora.
La relación con Dani Arguillas y Jorge Broto es de una competitividad “saludable”. Hay buen rollo. “Nos apoyamos unos a otros, porque eso es bueno para el equipo”, desliza. En su fichaje por el Bada Huesca, también jugó su papel Joao Pinto. Le preguntó al lateral sobre el club y la ciudad y “fue muy fácil decir que sí”. Pese a la pandemia aún ha podido conocer alguna localidad como Jaca y Barbastro y también ha estado por Zaragoza. Joao Pinto y Rodrigo Benites fueron sus introductores en un vestuario donde desde hace tiempo ya es uno más.
El futuro deportivo ni se lo plantea. Y cuando se le pregunta por esta Asobal, por seguir en la zona más noble de la clasificación que abre las puertas al regreso del BM Huesca a Europa, no orilla los sueños, aunque con cabeza. “Lo que tenemos es ganas de ganar, pero quedan muchos partidos y difíciles. Lo que debemos tener es esa ilusión, intentar ganar todos los partidos posibles y acabar en posiciones para ir a Europa que sería genial para el club, para la ciudad y para nosotros”, subraya.