Nacho Ambriz salió a la rueda de prensa con el discurso perfectamente armado tras vencer al Éibar. Sabe que queda todo un mundo por jugar y que el margen de mejora de su grupo es amplio. Pero antes de fijarse más en el futuro, el presente; el hoy. Y ganar al Éibar ha sido importante. “Hemos hecho un gran partido contra uno de los rivales más duros de la categoría y hemos sabido plantar cara de manera excelente”, ha subrayado el entrenador del Huesca.
El once que desplegó sobre el campo se ajustó a la idea de fútbol en la que trabaja. Y esta no es otra que la de ser intenso con el balón y tras su pérdida. Y si el Éibar no era un rival cómodo, desplegar este juego sin llegar a mitad de agosto tampoco ha ayudado. La alta temperatura se ha dejado notar conforme han pasado los minutos. En este sentido ha puesto el acento en que “el bochorno que ha hecho ha sido muy complicado para mis jugadores”.
Ambriz se va tras el Huesca-Éibar satisfecho por lo visto y convencido de que su equipo mejorara parra tener las herramientas necesarias que le permitan ser un equipo “diferencial”.