Lando Norris ha logrado su primera victoria en una Sprint de Fórmula 1 al imponerse en un complicado y lluvioso Gran Premio de Miami. El británico lideró un histórico doblete para McLaren, con Oscar Piastri en segundo lugar y Lewis Hamilton (Ferrari) cerrando el podio tras una carrera marcada por los incidentes, las sanciones… y una meteorología caprichosa.
Caos desde antes del semáforo
La acción ya estaba servida antes de apagarse el semáforo. Charles Leclerc, en un error impropio, se fue contra el muro mientras se dirigía a la parrilla. Su accidente obligó a una salida tras ‘safety car’ y dejó al monegasco fuera de la prueba. Mientras tanto, el cielo se desplomaba sobre el trazado urbano junto al Hard Rock Stadium, transformando la pista en una trampa impredecible.
La mayoría optó por neumáticos intermedios, salvo Carlos Sainz, que montó compuestos de lluvia extrema. Una decisión audaz del piloto madrileño, que acabaría pagando caro.
Norris, el más listo bajo la lluvia
La salida lanzada se activó en la tercera vuelta de una Sprint recortada a 16 giros efectivos. Aunque Kimi Antonelli (Mercedes) partía desde la pole, su liderato fue efímero: perdió la posición en la primera curva ante Piastri, Norris y Verstappen. La lucha se centró pronto entre los McLaren, que demostraron tener la estrategia y ritmo más sólidos en pista mojada.
Norris aprovechó el momento justo para atacar a su compañero y colocarse en cabeza. A partir de ahí, gestionó la ventaja con sangre fría, incluso tras la aparición de un segundo safety car, que neutralizó las tres últimas vueltas sin opción a reanudar la acción.
Accidentes de Sainz y Alonso
El capítulo español fue breve y desafortunado. Carlos Sainz, que salía desde el decimoquinto lugar, llegó a escalar posiciones y rodaba en el puesto 13 cuando, en la vuelta 13, hizo un trompo que le costó un pinchazo en la rueda trasera izquierda. Fue el final anticipado de su Sprint.
No le fue mejor a Fernando Alonso, que había remontado hasta el octavo puesto. El asturiano entró a boxes en la vuelta 14, y en su regreso a pista, el neozelandés Liam Lawson (Racing Bulls) le golpeó en una maniobra torpe, dejándolo fuera de combate tras un trompo. Otra vez, el veterano de Aston Martin se quedaba sin recompensa por un error ajeno.
Verstappen, sancionado y sin gloria
La mala fortuna también alcanzó al campeón mundial Max Verstappen. Tras cambiar neumáticos, salió de boxes sin mirar, pasando por encima de restos de un alerón roto y provocando un incidente con Antonelli, lo que le valió una sanción. El neerlandés no pudo remontar y finalizó fuera del podio, con más frustración que puntos.
McLaren, la gran triunfadora del día
Bajo una lluvia que lo igualó todo, McLaren emergió como la escudería más sólida, firmando un brillante doblete. Norris, siempre rápido pero sin premio hasta ahora, pudo al fin levantar el trofeo, y lo hizo en un escenario tan glamuroso como exigente.
Hamilton, por su parte, aprovechó el caos para subir al tercer cajón, demostrando que aún tiene la chispa para cazar oportunidades en medio del desorden. Fue una carrera con sabor británico en todos los frentes.