HUESCA | La Orbea Monegros ha celebrado este fin de semana su 25º aniversario en Sariñena con una edición inolvidable. Más de 7.000 ciclistas y 13.000 acompañantes han convertido la comarca en una auténtica fiesta colectiva, superando incluso el número de habitantes de Los Monegros. El viento, que sopló con fuerza durante toda la jornada, añadió un toque épico a una prueba que sigue creciendo sin perder su esencia popular. Además, por primera vez en su historia, la Orbea Monegros ha entregado trofeos a los mejores corredores absolutos, recayendo en Andrey Amador y Pilar Fernández, los grandes protagonistas de una cita cargada de emoción, reconocimientos y momentos para el recuerdo.
Desde el recinto ferial de Sariñena, la salida volvió a ser uno de los momentos más vibrantes del evento. Con cuenta atrás, llamaradas y lanzamientos de confeti, la atmósfera festiva estuvo presente desde el primer minuto. Los participantes pudieron elegir entre dos recorridos: la Maratón de 113 kilómetros o la Media Maratón de 86 kilómetros, atravesando paisajes icónicos como el tozal de la Cobeta, símbolo del territorio y de la propia prueba.
La belleza árida y luminosa de Los Monegros volvió a ser un marco incomparable para esta aventura sobre ruedas, reafirmando la identidad única de la carrera.
Viento, épica y primeros campeones
La jornada estuvo marcada por el viento constante, que endureció aún más el desafío. Andrey Amador, exciclista profesional, fue el gran vencedor, marcando uno de los mejores cronos de la historia de la Orbea Monegros: 3 horas, 26 minutos y 21 segundos. “Ha sido una prueba bonita pero dura, sobre todo por el viento de cara”, confesó el costarricense, que rodó en solitario desde el kilómetro 25.
En categoría femenina, Pilar Fernández (ISB) se impuso con un tiempo de 4 horas, 21 minutos y 21 segundos. “Nunca había estado en una prueba tan multitudinaria. Ha sido espectacular y repetiré”, declaró tras cruzar la meta. Su estrategia de reservar energías al principio y atacar en el tramo final fue clave para su victoria. El pódium masculino lo completaron Luis Ángel Maté e Ismael Ventura, confirmando el gran nivel de esta edición especial.
25 años de pasión y un futuro prometedor
La edición conmemorativa no solo estuvo marcada por la competición. También fue una oportunidad para homenajear a quienes han hecho posible este sueño colectivo desde su primera edición en Grañén en 1999. Municipios como Albalatillo, Sena, Villanueva de Sijena, Castejón de Monegros, Valfarta, Peñalba y Sariñena fueron reconocidos por su implicación continua.
Hubo mención especial para los voluntarios, asociaciones locales, cuerpos de seguridad y, de manera muy emotiva, para Juan Carlos Nájera, director de la prueba y alma mater de la Orbea Monegros. “Este loco sueño que comenzó hace 25 años sigue vivo gracias a miles de personas y al cariño de una tierra mágica”, afirmó Nájera, emocionado.
Un territorio volcado con su fiesta del ciclismo
El presidente de la Comarca de Los Monegros, Pedro Manuel Loscertales, destacó la prueba como una gran herramienta de promoción del patrimonio natural y cultural de la región. Por su parte, el alcalde de Sariñena, Francisco Villellas, celebró que “la Orbea Monegros es un orgullo que proyecta la localidad al exterior”.
También el concejal de Deportes, Mascún Ariste, quiso poner en valor la implicación del tejido social y la hospitalidad de los vecinos: “Todo el mundo se vuelca y lo convierte en algo único”.
Orbea Monegros: una historia que sigue pedaleando hacia el futuro
La Orbea Monegros no solo ha celebrado 25 años de ciclismo. Ha reafirmado su esencia: un evento donde la aventura personal y la emoción compartida se funden en un escenario de belleza salvaje. Con la ilusión intacta y el compromiso renovado, la organización ya mira al futuro con el mismo espíritu que ha hecho de esta prueba una de las grandes fiestas del ciclismo en Europa.