HUESCA | Tres victorias de tres. Así marcha la pretemporada de una SD Huesca que venció en la tarde de este sábado al Osasuna (0-2), en Lerín, en un duelo en el que el cuadro oscense una vez más volvió a mostrar su solidez defensiva (ni un gol en toda la pretemporada) y su pólvora en ataque. El duelo empezó realmente disputado, con el equipo de Guilló más protagonista en campo rival, pero sin ocasiones reales. Todo siguió así hasta que un gol en propia puerta en el 25 -gracias a una incomunicación entre portero y defensa local- daba el primer tanto a los oscenses. En la segunda mitad, el Osasuna se echó al ataque, pero el Huesca supo resistir para llegar al final del partido y anotar el segundo, gracias a un inspiradísimo Iker Kortajarena que quitaba las telarañas a las redes de Lerín con un auténtico golazo que ponía el punto final al duelo.
El encuentro arrancó igualado, con un Huesca bien plantado sobre La Romaleta (Lerín) con un dibujo de 3-5-2 en el que, lejos de ser defensivo, buscaba las incorporaciones por banda para generar superioridad y meter balones colgados. No obstante, poco ocurría al comienzo del duelo, con el Osasuna buscando pases largos que rompieran la espalda de Pulido, Álvarez y Piña, y con un Huesca que no tenía miedo a presionar, que saltaba hasta campo rival para hacerse con el balón.
Tras 15 minutos, el resultado seguía sin moverse, aunque el equipo de Guilló empezaba a hacerse con la batuta de mando lentamente, pero sin ocasiones reales. Un remate alto del local Budimir empezó a entonar el partido, que luego veía cómo Julio Alonso buscaba sorprender a Sergio Herrera con un tiro raso y cruzado desde fuera del área que se marchaba por poco.
La realidad era que, pese al buen encuentro de los oscenses, faltaba algo de magia, algo de creatividad en un centro del campo en el que se notaba la ausencia en el once inicial de Kortajarena y Sielva, dos piezas claves en el cuadro azulgrana. No obstante, Guilló tampoco necesitó tirar de ellos. Y es que, cuando nadie lo esperaba, un saque de Juan Pérez llegaba hasta el central local Iker Benito que peinaba para cederle el balón a su portero. Sin embargo, una incomunicación entre el guardameta y el zaguero acabó con el balón entre las mallas, siendo el primero para el Huesca en el minuto 25.
Tras el tanto, el Huesca siguió creciéndose y aumentando el ataque de forma exponencial, ejemplificado con un tiro de Ayman tras una buena combinación con Enol que era taponado. Ipso facto, el propio Enol recogía un despeje oscense haciéndolo bueno e internándose en el área local para intentar forzar lo que a priori podía parecer un penalti que no fue señalado. Tras esta ocasión, el festín ofensivo oscense continuó y ahora se unían Ojeda y Ayman para hacer una buena combinación de «tuya-mía» dentro del área osasunista y cederle el cuero a Toni Abad, que lanzaba un disparo cruzado y raso que se marchaba fuera.
En los últimos cinco minutos de la primera parte, el Osasuna dio un paso al frente vía Moncayola, que tenía la primera ocasión real para los de Alessio Lisci en un balón suelto que tiraba fuera y no aprovechaba. Tras esta oportunidad, el Osasuna siguió achuchando, con buenas salidas desde atrás para acabar centrando balones que ponían en algún aprieto a la defensa de Guilló. Sin embargo, el resultado no se movió y se llegó al descanso 0-1 a favor de la SD Huesca.

La segunda parte del duelo entre Osasuna y Huesca
Tras el paso por el túnel de vestuarios, el Osasuna salió al verde más fuerte que el Huesca, encadenando las sensaciones de la primera parte y asumiendo la batuta de mando en un duelo que los locales querían igualar cuanto antes. No obstante, por unas razones o por otras, los navarros no lograban el tanto del empate. Lo intentaron con centros peligrosos y un disparo de Kike Barja que sorprendió a Dani Martín y se estrelló en el larguero, pero sin concretar nada. El tiempo, mientras tanto, jugaba a favor del Huesca.
El duelo entró en los últimos 15 minutos y, aunque Lucas Torró intentara anotar de cabeza o Rubén García intentaba a la desesperada un tiro lejano, el Huesca volvía a ir de menos a más. Cierto que con menos balón que en la primera parte, a pesar de contar con Sielva y Kortajarena en la sala de máquinas, pero más afilado en ataque. Poco después, en el minuto 77, Unzueta tenía una ocasión clara tras un buen recorte, pero el balón no cogía portería en una acción que servía para que los de la Cruz de San Jorge ganaran sensaciones y confianza.
El equipo mostró desde el primero hasta último su fiereza en defensa, pues no era raro ver a Aznar o a Ayman presionar a la zaga rojilla o venir a recibir al medio del campo para desahogar el juego. Pero también su calidad en ataque. Prueba de ello fue el segundo tanto de Iker Kortajarena, a quien le caía un centro en la frontal del área y, con todo el tiempo del mundo, ejecutaba un tiro de interior a la escuadra izquierda firmando un tanto para el recuerdo, de suma calidad, digno de videojuego.
Así, llegaba un 0-2 que no se movería y que sellaría el tercer triunfo veraniego para los oscenses, que ya habían ganado 0-1 a la SD Tarazona y 1-0 al filial del Osasuna. Hoy con el de verdad, con el de Primera División, el Huesca volvía a mostrar su mejor cara y volvía a dejar la portería a cero. Sensaciones inmejorables para los altoaragoneses.