HUESCA | “Nos espera un gran reto por delante esta semana en Benasque y debemos coger las ideas para estar preparados el 17 de agosto”. Así de claro se mostró Óscar Sielva, uno de los pesos pesados del vestuario de la SD Huesca, en la rueda de prensa previa al arranque de la pretemporada en la localidad pirenaica. Con la serenidad y la experiencia que le caracterizan, el mediocentro transmitió confianza en el nuevo proyecto oscense, ahora liderado por Sergi Guilló, y puso en valor el papel que deben asumir los veteranos del equipo.
El futbolista catalán reconoció que el equipo ha incorporado numerosos fichajes —Julio Alonso, Ro Abajas, Liberto, Jesús Álvarez y los cuatro anunciados en un día: Enol, Arribas, Piña y Ojeda— pero que eso no es un obstáculo, sino una oportunidad. “Veo que se ha firmado mucha gente, y eso es bueno para empezar una pretemporada, para conocernos en el día a día y hacer que seamos un equipo”, afirmó.
Además, valoró positivamente el ambiente que ya se respira en el vestuario: “Hay mucha ilusión. Les ves la cara al llegar, la sonrisa de poder disfrutar del fútbol profesional. Esto va de tener ilusión en el día a día”.
El papel de Sergi Guilló y los veteranos
Preguntado por el nuevo técnico, Sergi Guilló, Óscar Sielva destacó su cercanía con los jugadores: “Se le ve cercano, creo que cogeremos rápido sus conceptos. Vamos a Benasque, y eso es una buena noticia tanto para él como para nosotros”.
En cuanto a su rol dentro del grupo, el centrocampista no rehuyó la responsabilidad de ser un referente: “A los jóvenes hay que ayudarles, sobre todo a los que pisan el fútbol profesional por primera vez, y transmitirles rápido los valores de la SD Huesca”. Para Sielva, más allá de los nombres, el verdadero motor del equipo sigue siendo la humildad y la unidad dentro del vestuario: “El grupo fue lo que nos dio la vida el año pasado. Ser una familia en el campo, eso lo agradeces todo el año”.
Retos personales y objetivos colectivos
A sus 33 años, Sielva no siente el peso de la edad, sino el de la motivación: “El venir aquí el día a día a entrenar es un reto, una ilusión. Los veteranos disfrutamos de eso”. Y su objetivo está claro: “Mejorar cada día, aportar mi granito de arena y sumar desde donde nos toque por el bien del grupo”.
A nivel colectivo, el objetivo también está bien definido: “Conseguir esos 50 puntos que te permiten seguir un año más en Segunda División”. Todo ello, sin renunciar a disfrutar de un nuevo curso que se intuye ilusionante: “Empieza una nueva temporada, grupo nuevo, gente nueva… Seguro que va a ser un año emocionante, apasionante y que ojalá podamos disfrutar tanto como lo hicimos el año pasado”.