HUESCA | El Huesca cayó con contundencia (4-0) ante el Cádiz en un partido que se presentaba como decisivo para mantener las opciones de play-off hasta la última jornada. Sin embargo, la derrota no solo fue abultada, sino que llegó en el peor momento posible, como reconocía Óscar Sielva al término del encuentro: “No ha salido nada. Ha llegado en el peor momento de la temporada, cuando nos estábamos jugando meternos en play-off. Pero eso no debe empañar la gran temporada que hemos hecho”.
El centrocampista azulgrana no escondía su decepción por el resultado, aunque quiso poner en valor el camino recorrido: “Tristes y apenados por no poder pelear esa última jornada, pero creo que el equipo ha sido reconocible todo el año. Lo ha intentado hasta el final”.
La autocrítica también tuvo espacio en la comparecencia del jugador, que no buscó excusas para explicar lo ocurrido en Cádiz: “No hemos entrado con la intensidad que requería el partido. Sabíamos lo que nos jugábamos y es una pena no haber podido competir”.
Esa falta de tensión competitiva en una cita clave dejó al equipo fuera de toda opción matemática para la última jornada. Aun así, Sielva quiso lanzar un mensaje directo a la afición de cara al partido final en El Alcoraz: “Hacemos un llamamiento a la gente. Que acudan el fin de semana a El Alcoraz para despedirnos como se merece esta temporada”.
Las causas del bajón que nota Sielva
El bajón en las últimas jornadas ha sido evidente. Dos victorias en siete partidos, con cuatro derrotas, alejaron poco a poco al equipo de la pelea real por el ascenso. ¿Las causas? Para Sielva, una pérdida clara de identidad: “Éramos un equipo rocoso, difícil de batir. En los últimos meses perdimos esa fiabilidad defensiva que era nuestra mayor arma”. Lejos de centrarse en reproches, el jugador apostó por valorar lo conseguido: “No hay que achacarlo a nada, sino al contrario: ensalzar la temporada del equipo. Y agradecer a nuestra gente por estar ahí siempre”.
Otro de los aspectos que quiso destacar el mediocentro fue la implicación de toda la plantilla. Desde los titulares habituales hasta los que han tenido minutos más esporádicos: “Todo el año, los que han jugado cinco, diez o treinta minutos han aportado. El grupo ha agradecido ese compromiso, y ese es el éxito de haber estado peleando arriba todo el curso”.
A nivel personal, Sielva reconoció que no ha sido su temporada más regular físicamente, pero sí una en la que ha aprendido y valorado lo colectivo: “He tenido más problemas musculares, pero esto va de formar un gran equipo con grandes personas, y eso lo hemos tenido”.
El futuro de Hidalgo, en el aire
Sobre el futuro del entrenador, Antonio Hidalgo, Sielva fue claro y emotivo. El técnico, que tiene muchas papeletas para dejar el club, ha dejado huella en el vestuario: “Es un líder. Ha sacado lo mejor de cada uno desde que llegó. Ha sido una pasada trabajar con él”. Y añadió, desde lo personal: “Ojalá se pueda quedar, aunque sabemos que es difícil. Yo solo tengo palabras de agradecimiento. Me hizo rendir cuando no estaba mostrando mi mejor nivel”.
El último partido en El Alcoraz será más que un trámite: será una despedida para cerrar una temporada ilusionante, aunque inacabada, con el objetivo de volver a construir desde la base lo que, durante buena parte del año, fue un equipo fiable, competitivo y unido.