HUESCA | La SD Huesca ha sacado un empate de su visita al Villarreal B con las armas de siempre. El baló se lo cedió el filial, se encastilló a la espera de alguna ocasión y si un rival traspasaba la red tejida por el navarro aparecían los guantes de Andrés. Ziganda planteó cinco cambios en su equipo para intentar suplir las importantes bajas de Ratiu, Jorge Pulido y Joaquín. El entrenador apostó por una defensa con cinco jugadores con Marc Mateu y Juanjo Nieto en los carriles de la defensa, Rubén Pulido en el eje y Javi Martínez y Kanté en ataque. Nuevos compañeros para Obeng que llegaba a La Cerámica como el futbolista más en forma del Huesca. En la primera mitad ni el punta de Ghana ni ninguno de sus compañeros fueron capaces de llegar al área contraria con peligro.