Los oscenses han dominado el partido con autoridad de principio a fin, sustentado en una altísima intensidad defensiva, un dominio abrumador del rebote y una eficacia en el lanzamiento de 3 puntos. Rafa Sanz puso a Bastante de inicio. Martín Iglesias, kumphys, Scariolo y Stümer acompañaron de inicio al bravo pivot madrileño.
Como de costumbre, Lobe Huesca fue fiel al guión que marca Rafa Sanz. El equipo arrancó con valentía y velocidad sobre el parquet, mostrando un nivel defensivo altísimo que provocó continuos fallos y perdidas entre los jugadores sevillanos. Dos triples de Scariolo y Kumphys situaban a los verdes por delante (5-6). Con todo el equipo a disposición de Rafa Sanz, las rotaciones han sido continuas y el equipo no ha perdido un ápice de intensidad. Los locales, sin un referente claro en el interior, naufragaba bajo aros. Chapero e Iglesias se convittieron, así, en los amos de la pintura. El rebote que tanto temía Sanz se cerró evitando segundad opciones, el equipo corrió y las canastas se sucedieron en rápidas transiciones.
Los oscenses abrieron brecha, magistralmente conducidos por Alex Rubín de Celis, y con Martín Iglesias sacando petróleo debajo de aro finalizando contraataques como trailer por el carril central. Un triple a la carrera de Rubín de Celis cerró un gran primer cuarto situando el marcador en (15-27).
Lobe Huesca volvió a pista con la misma dinámica del primer cuarto. Una tiro de Chapero desde 4 metros a tablero abría el cuarto. Los verdiblancos seguían muy solventes tanto en defensa como en ataque. Los oscenses bombardeaban desde los 6,75 metros el aro sevillano con acierto (6/15 triple descanso) con Morón que buscaba la canasta desde el perímetro. Su porcentaje era paupérrimo y los de Sanz ponían la máxima en +17 (22-39) tras un mate de Stümer finalizando un contraataque.
Los locales, tras un tiempo muerto, mejoraron gracias a una mejor selección de tiro. Rafa Sanz paró el partido tras notar que podía firmarse la remontada pese al 28-43 del electrónico. Y regresó la efectividad con la defensa de ayudas que seguía asfixiando a los naranjas. Rubín de Celis volvió a cerrar el cuarto sobre la bocina con una canasta marca de la casa, dejando una cómoda victoria visitante por (36-45).
Lobe traccionó como un martillo pilón. Incansables, defendían, corrían y anotaban. El equipo mantenía la misma exigencia física como al comienzo del encuentro. Scariolo y De Celis controlaban el tempo del partido, Stümer y Kumpys martilleaban el aro desde el perímetro y la dupla Chapero e Iglesias dominaban la pintura. Lobe desarmaba por completo a los de Morón que no encontraban su juego, sin fluidez y tirando en demasía de arreones y del acierto del ex peñista Luis Parejo.
El técnico local puso defensa en zona y tras unos primeros errores terminó leyéndola bien para mantener las diferencias en el electrónico (50-66). El definitivo cuarto empezó con una canasta tirando de galones y veteranía del ex peñista Luis Parejo. Los locales se estrellaban contra la defensa peñista sumando malos porcentajes en torno al 20℅ tiros campo. Nogués enseñó al graderío sus ‘muelles’ con un mate sublime para desesperación del técnico local que volvió a para el reloj. Mejoró en acierto, pero no para impedir una victoria tremenda de los altoaragoneses (72-81)