Este miércoles a las 20:00 horas, el Casademont Zaragoza se juega mucho más que un partido ante el Leyma Coruña. Tras una racha de cinco derrotas consecutivas, el encuentro aplazado de la jornada 27 se ha convertido en una final anticipada para un equipo que aspira a mantener viva su candidatura a disputar competición europea en la 2025-2026. El choque se disputará en un Príncipe Felipe que espera una gran entrada, ante la necesidad de sumar una victoria clave para el futuro deportivo y económico del club.
Europa como objetivo prioritario
Aunque la permanencia matemática aún no está sellada, el principal foco del club y del cuerpo técnico está en asegurar una plaza continental, algo que Casademont Zaragoza considera esencial para su proyecto a medio plazo. No solo por la visibilidad o el prestigio que supone, sino también por su impacto en:
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La captación de patrocinadores
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El interés de jugadores de nivel
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El crecimiento institucional del club
Sin Europa, los recursos se reducen y muchos perfiles de jugadores directamente descartan la opción de Zaragoza. Por ello, el choque ante el colista se ha transformado en una cita estratégica y vital.
El rival: un colista en pie de guerra
El Leyma Coruña, último clasificado con seis victorias, llega también con el agua al cuello. Dirigido por Diego Epifanio “Epi”, necesita el triunfo para mantener opciones reales de permanencia. Fisac ya ha dejado claro en la previa que respeta mucho al rival y que no se fía de su clasificación: “Están compitiendo bien y no se han rendido”.
Además, el Casademont no puede permitirse más tropiezos. Ha sido superado por Breogán y alcanzado por Andorra, ambos en una dinámica ascendente, justo cuando los rojillos han encadenado tres victorias en los últimos quince partidos.
El contexto europeo: incierto, pero exigente
Aunque aún no se han confirmado cuántas plazas europeas habrá ni qué clubes las ocuparán, hay una norma clara: la FIBA no permite competir a equipos del último tercio de su liga nacional. En la Liga Endesa, eso significa estar por encima del puesto 12.
Este curso han sido 12 equipos españoles los que han competido en las cuatro competiciones europeas, una cifra orientativa. Por eso es crucial escalar posiciones en estas últimas jornadas, porque una buena clasificación abre el abanico para optar a Champions League, Europe Cup o incluso Eurocup, en función del interés y el reparto de plazas.
La presión se multiplica
Además de la presión clasificatoria, el crédito de Porfirio Fisac se resiente. Aunque el técnico insiste en que el equipo debe centrarse en “trabajar a muerte y demostrar energía y esfuerzo”, la sensación general es que este partido puede marcar el rumbo del tramo final de la temporada. Y quizá algo más.