Dani Calvo vuelve a casa este sábado. El defensor oscense del Real Oviedo se enfrentará a la SD Huesca en un partido que promete emociones fuertes en El Alcoraz, no solo por su carga sentimental, sino por lo que ambos equipos se juegan en la clasificación. El encuentro, correspondiente a la jornada 38 de LaLiga Hypermotion, comenzará a las 16:15 y puede marcar el futuro inmediato de ambos clubes.
Recuperado y listo para competir
El zaguero asturiano de adopción habló en la previa sobre el golpe en la cabeza que sufrió recientemente, que lo obligó a salir del terreno de juego: “Fue un golpe duro en la zona lateral, perdía visión y el sol complicaba todo”, explicó. Afortunadamente, ha superado el protocolo por traumatismo y se entrena ya con normalidad, listo para ser de la partida ante su club de origen.
Calvo no escondió lo especial que es para él jugar en Huesca: “Siempre es bonito volver, es mi ciudad, mi familia y mis amigos están allí”. Sin embargo, dejó claro que lo sentimental se queda a un lado: “Compito y defiendo al Oviedo. Solo nos vale ganar”.
Oviedo, con el ascenso directo en mente
La ambición del vestuario carbayón es máxima. Calvo asegura que el equipo “rebosa ilusión, hambre y ambición” por conseguir el ascenso directo, objetivo que, aunque complicado, ven más cercano tras una dinámica positiva y un vestuario sólido.
“Estos dos partidos fuera son claves”, apuntó, en referencia al tramo de calendario que comienza en El Alcoraz. La plantilla oviedista quiere dar un paso adelante fuera de casa, una tarea pendiente en la que se han propuesto mejorar: “Vamos con la idea de ser protagonistas, tener el balón y ganar”.
La experiencia, un valor añadido
El central subrayó que la experiencia vivida el año pasado, con finales de temporada agónicos, puede marcar la diferencia: “No es lo mismo ser novatos en este tipo de partidos. Somos un bloque veterano y eso nos puede ayudar”.
Este bagaje, según Calvo, debe servir para gestionar la presión con inteligencia, sin renunciar al estilo ofensivo que el equipo quiere mostrar: defensa alta, control del balón y ambición ofensiva.
El vestuario, más unido y completo
Otra buena noticia para el Oviedo es que algunos jugadores lesionados se reincorporan al grupo: Pomares, Paulino o Ilyas, entre otros, podrían estar disponibles. “Vamos a ser importantes todos”, remarcó Calvo, consciente de que cualquiera puede convertirse en decisivo en este tramo final.
La unidad del grupo y la mentalidad colectiva son valores que el central destaca con fuerza: “Hay que esperar el momento, cualquiera puede salir 20 minutos y marcar el gol que te dé el ascenso”.
Un Huesca herido, pero muy competitivo
Respecto al rival, Dani Calvo no escatimó en elogios: “El Huesca es un equipo durísimo, que defiende muy bien, con velocidad arriba y mucha fe hasta el final”. Consciente de que los oscenses también se juegan mucho, anticipa un encuentro tenso y exigente: “Solo les vale ganar para seguir en la pelea del playoff”.
El central advierte que, pese a las bajas, la SD Huesca ha competido todo el año con firmeza, y espera una versión muy intensa del equipo de Hidalgo. “Va a ser un partido muy difícil, tenemos que dar nuestra mejor versión”, concluyó.
La batalla está servida. Dani Calvo vuelve a Huesca, pero con el corazón azul del Real Oviedo. En juego, algo más que tres puntos: el billete para seguir soñando con el ascenso directo.