Lobe Huesca La Magia se encuentra a 40 minutos del cielo. El conjunto oscense afronta este fin de semana en Mallorca uno de los partidos más importantes de los últimos años, una auténtica final con el regreso a LEB Oro en juego. Y lo hace cargado de ilusión, trabajo y confianza, tal y como ha transmitido Nacho Biota, leyenda del club y actual asistente técnico de Rafa Sanz.
Una cita clave con respaldo peñista
La expectación en la capital oscense es máxima. Hasta el momento, unas 80 personas han confirmado su presencia en Palma para acompañar al equipo en este decisivo encuentro, en el que todo un año de esfuerzo puede culminar con el ansiado ascenso. La afición no fallará, y el equipo lo sabe. “Hace mucho verte girar la cabeza y encontrarte con seguidores del Peñas animando. Es impagable”, reconoce emocionado Biota, quien ha agradecido el esfuerzo económico y personal de todos los desplazados.
El regreso de una leyenda: Biota, del parqué al banquillo
El exjugador, uno de los nombres más icónicos en la historia del baloncesto oscense, ha regresado esta temporada al club que lo vio brillar, ahora como entrenador ayudante. Su reencuentro con el baloncesto profesional no ha sido fácil:
“Me ha costado adaptarme. El baloncesto actual no se parece en nada al de hace veinte años. El ritmo es criminal y los jugadores no aguantan más de dos o tres minutos si quieren rendir en ambos lados.”
Reconoce que el juego ha cambiado por completo:
“Antes jugábamos con tres exteriores y dos interiores. Ahora es un interior y cuatro abiertos. Es otro mundo. Pero para el espectador, es mucho más atractivo.”
Aun así, Biota ha sabido reconectar con la esencia del juego desde una nueva perspectiva, motivado por las buenas referencias de Rafa Sanz y el proyecto peñista:
“Sabía que venía a un sitio donde se trabaja. Si eres profesional, el baloncesto te lo devuelve.”
Confianza ciega en la plantilla
En vísperas del partido más importante de la temporada, Biota no oculta su confianza total en el grupo:
“Confío al cien por cien en este equipo. No tengo ninguna duda de lo que va a pasar.”
El técnico considera que el equipo ha alcanzado su pico de forma:
“Estamos en el mejor momento del año. Física y tácticamente, llegamos bien. Y cuando hay profesionalidad, hay más posibilidades de que el baloncesto te devuelva todo el esfuerzo.”
La clave, para él, está en centrarse en uno mismo:
“No me preocupa el rival, me preocupo de nosotros. Hay que ganar sí o sí.”
Un equipo con alma y propósito
La temporada de Lobe Huesca ha sido una de crecimiento constante. El equipo ha ido de menos a más, encadenando una segunda vuelta de ensueño y llegando al tramo decisivo con la mejor versión de sí mismo. Con la Marea Verde apoyando en la grada, el bloque de Rafa Sanz está preparado para dar el paso definitivo.
Será una final con todo en juego. Pero también la oportunidad de culminar un proyecto trabajado con mimo, humildad y ambición. Porque como bien dice Nacho Biota, cuando haces las cosas bien, el baloncesto te lo acaba devolviendo.