Ha llegado la hora. La final del playoff de ascenso a Primera División se resuelve esta noche en un Carlos Tartiere abarrotado, con el Real Oviedo buscando regresar a la élite 24 años después y un CD Mirandés soñando con hacer historia con su primer ascenso en casi un siglo de vida. Solo uno de los dos podrá festejar al final del encuentro 468 de esta temporada de LaLiga Hypermotion.
Una remontada con aroma a redención
El Oviedo de Veljko Paunovic llega con la necesidad de remontar el 1-0 encajado en Anduva, donde un gol de Alberto Reina dio ventaja al conjunto burgalés. Pero el equipo asturiano confía en la fuerza de su estadio, en la épica que acompaña a sus colores, y en la magia de Santi Cazorla, que regresa a la convocatoria tras superar molestias físicas. El internacional ovetense no estuvo en la ida, pero hoy podría tener minutos y ser decisivo en un duelo que él mismo ha descrito como “el más importante de su carrera”.
David y Goliath, versión 2025
Desde Miranda de Ebro llega un equipo que no ha parado de romper pronósticos. Bajo la batuta de Alessio Lisci, el Mirandés ha superado obstáculos durante todo el año hasta colocarse a un paso de la gloria. El técnico italiano, cuyo futuro podría estar en Primera pase lo que pase, lo tiene claro: “Hay que salir a ganar, no a especular”. Su equipo, joven, atrevido y competitivo, ya eliminó al Racing y asaltó Anduva en la ida. Hoy, en un entorno hostil, quieren culminar el milagro.
Una noche para 30.000 oviedistas… y 391 jabatos
La atmósfera en el Tartiere será de récord: se espera batir la mejor entrada de su historia reciente, superando los 29.418 espectadores del reciente duelo ante el Cádiz. Entre ellos, 391 valientes aficionados del Mirandés que han agotado su cupo. Alrededor, una marea azul que sueña con volver a celebrar un ascenso que se les ha negado durante casi dos décadas y media.
El club ovetense ha vivido al filo del abismo en varias ocasiones: descenso administrativo a Tercera en 2003, rescate de sus accionistas en 2012… pero ahora está más vivo que nunca, como reza su lema: “Esti muertu ta mui vivu”.
Normas, emoción y vértigo
El escenario es claro: si el Oviedo gana por un gol habrá prórroga, y si el resultado global se mantiene tras la misma, ascenderán los asturianos por mejor clasificación en liga. Si los carbayones vencen por más de un gol, el ascenso será directo. El Mirandés, por su parte, necesita evitar la derrota para hacer historia.
La temporada ha estado marcada por la igualdad entre ambos, que acabaron empatados a puntos en la fase regular, solo separados por el ‘goal average’ particular. En Anduva, el partido de ida fue un reflejo de ello: ajustado, intenso y decidido por un penalti fallado por los asturianos en los minutos finales.
Paunovic vs Lisci: dos estilos, un objetivo
En los banquillos, dos técnicos de perfil diferente pero con el mismo sueño. Paunovic, que ya vivió un descenso con el Oviedo como jugador en 2001, busca cerrar el círculo con un ascenso como entrenador. Lisci, por su parte, se ha ganado el respeto de todo el campeonato con un equipo modesto pero competitivo al máximo.
Todo por decidir, todo por ganar
Sea quien sea el vencedor, esta final será recordada durante generaciones. El fútbol, en su versión más pura, nos regala una noche de emociones, contrastes y gloria. Oviedo o Mirandés… uno volverá a casa con una historia inolvidable. El otro, con una cicatriz difícil de borrar.