Pero más allá de las cifras, Pulido ha dejado claro en rueda de prensa lo que significa para él este escudo.
“El Huesca es mi vida, sinceramente. Llegué con mi mujer desde Bélgica y un coche lleno de trastos… y aquí he formado mi familia”, confesó emocionado. “Mi hijo de cinco años no entiende otra camiseta que no sea la del Huesca. Este club me lo ha dado todo”.
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Pulido cumple un sueño en Huesca
Pulido recordó su debut en 2017, en un partido en Soria donde entró al campo por Camacho, el mismo a quien ahora ha superado en partidos jugados. “Parece un cuento. Juanjo me dio el brazalete, y hoy supero su récord. He trabajado día a día para esto. No es fácil llegar a tantos partidos y hacerlo con el club que quieres… es algo increíble”, expresó.
Sin fecha de caducidad… pero con los pies en el suelo
A sus 32 años, el central reconoce que se acerca al final de su carrera, pero no esconde su deseo de seguir ligado al club: “Ojalá pueda retirarme aquí. Sería cerrar un círculo increíble”.
“No quiero ser un impedimento para el club si algún día no cuentan conmigo, pero mi intención es seguir sumando desde donde me toque”. Con un año de contrato por delante, Pulido afirma que aún tiene cuerda para rato: “Estoy cerca de los 300 partidos y me haría mucha ilusión llegar. Si es aquí, mucho mejor”. “Ahora mismo, sinceramente, no me veo con otra camiseta”.
Liderazgo dentro y fuera del campo
Con un vestuario amplio y renovado, Pulido se erige como uno de los pilares del proyecto. Bajo las órdenes de Sergi Guilló y con una plantilla de 28 jugadores, destaca la importancia del grupo por encima de las individualidades: “Tenemos que estar todos enchufados. En Segunda, con cinco cambios, los partidos se deciden en los últimos minutos. Lo estamos viendo. El banquillo está marcando la diferencia”. Y no es casualidad. Pulido cree firmemente en esa “magia” que se ha instalado en el Alcoraz:
“Llevamos un año y medio con un aura increíble”, “Cuando hay conexión con la afición, todo es más fácil. Esa energía se nota en el campo. Y cuando sumas trabajo, humildad y unión, llegan los resultados”. También tuvo palabras para el ambiente que ahora se vive en el club:
“Hemos pasado épocas complicadas, pero ahora hay paz institucional, y eso se nota. Cuando todo fluye, el rendimiento del jugador mejora”.
Riazor en el horizonte
Este viernes, el Huesca de Pulido se enfrenta al Deportivo de La Coruña en uno de los grandes duelos de la jornada. Allí se reencontrarán con Loureiro y con su exentrenador Hidalgo. Pulido no se fía: “Es una plantilla hecha para ascender. Pero nosotros tenemos nuestras bazas. Desde la humildad, vamos a competir al máximo”.