Tampoco ha esquivado la sustitución de Marc Mateu contra el Éibar cuando había saltado al prado desde el banquillo. Ha calificado a su compañero de jugador «ejemplar», ha puesto el acento en que quien está en el campo es «el que se equivoca» y por eso ha extendido la responsabilidad de los dos goles del conjunto vasco que, a la postre le dieron el partido, a todos los que estaban sobre el césped. En este sentido recordó que «los cuatro o cinco que estábamos en defensa no cogimos la marca. Todos tenemos responsabilidad», ha incidido. Y por si hubiera alguna duda al respecto, así la ha despejado: «No es culpa ni de Marc ni del míster, es de todos».
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Partido crucial contra el Mirandés
Jorge Pulido calificó de «crucial» la próxima cita del Huesca. El Mirandés visitará El Acoraz y el capitán no quiere saber nada más de lo que hay en juego, de esos tres puntos que son capitales para el club altoaragonés. No es que no hable de play-off, es que la impresión que desprende es que ese término le chirría –«pensar en eso es un lastre que nos puede pasar factura»- y que ha hecho mucho daño pensar que por haber descendido hay que subir a Primera, tal como ocurrió en la otra ocasión, cuando la realidad es que la Segunda División española es muy complicada.
Pulido ha subrayado que los «detalles» están lastrando al equipo y ha reconocido que en casa se sienten «atenazados» por lo que necesitan ser «valientes». Y si no lo son, también lo tiene claro: «La culpa es nuestra». Tiene claro que es su fútbol el que debe enganchar a la afición.
Respecto al mercado de invierno el día después de ser clausurado subrayó la calidad de los jugadores que han llegado e indicó que el Xisco tiene ahora dónde elegir, que «es lo bueno y la competencia en el vestuario es lo que nos hace ser mejores».
