ZARAGOZA | Ni siquiera Raúl Guti se escapó de la crítica en El Ciudad de Valencia. Tras una mejoría palpable y evidente en los primeros partidos de Gabi Fernández, el encuentro ante el Levante volvió a levantar serias dudas sobre el nivel colectivo e individual de la plantilla del Real Zaragoza. Errores groseros costaron un revolcón y que evidencian, una vez más, que hay jugadores que no terminan de encontrarse. El Levante fue capaz de sacar los colores a un conjunto que parecía en plena reconstrucción.
El caso de cada futbolista es particular. Algunos da la sensación de que no quieren sumarse a la causa, a otros, parece que simplemente no les da. Pero lo cierto es que salvo excepciones muy puntuales, nadie se encuentra a su mejor nivel. Probablemente tampoco lo estuvo este sábado quien dirige el barco, que reconoció ser el principal responsable de lo ocurrido en el Ciutat de València.
Pero tampoco lo están los que más quieren y aman al club. Algunos están fuera de sitio, otros están fuera mentalmente y uno, readaptándose en su vuelta a casa. Este último es el número ‘10’, el motor del Real Zaragoza y no es otro que Raúl Guti. Más concienciado y con ganas de sacar esto adelante que ninguno, el regreso a Zaragoza para Guti está siendo más complicado de lo esperado. Aunque supiera que no iba a ser fácil, su corazón le guió hasta la capital aragonesa.
Guti sigue buscando su mejor nivel
Con más ímpetu que piernas, prácticamente desde su llegada, Raúl Guti ha sido titular en un Real Zaragoza en apuros. Lastrado por la falta de continuidad y por las lesiones en los últimos años, Guti entrena a contracorriente para encontrar su mejor versión. El canterano debe recuperar esa chispa y ese tono físico que lo convirtieron en un futbolista absolutamente dominante, un pulmón para los suyos y una amenaza para los contrarios. Guti se dio cuenta de que necesitaba al Real Zaragoza y ahora se está dando cuenta de que es el Real Zaragoza el que lo necesita a él y no piensa dejarlo tirado.