ZARAGOZA | El 23 de febrero de 2020 el Real Zaragoza y el Deportivo de la Coruña se enfrentaron en La Romareda por última vez. Entonces el fútbol era otro, la historia era distinta. El equipo volaba hacia Primera División, en una progresión que solo pudo detener una pandemia mundial. La vida se paralizaría poco después, pero La Romareda nunca ha vuelto a soñar como entonces. Puestos a anular todas las opciones de aquel equipo, La COVID le privaría de su mejor amuleto: una grada repleta, una atmósfera que podía ganar partidos.
Lo mostró desde el inicio en 2020, con una grada llena hasta la bandera, entusiasta de principio a fin. El partido será recordado por el ambiente, por la sensación de equipo ganador que transmitía el grupo de Víctor Fernández. Aquella tarde, radiante de sol, fue uno de los mejores encuentros de Íñigo Eguaras con la camiseta del Real Zaragoza. Autor de un gol y de dos asistencias, el navarro siempre fue el termómetro de aquel equipo, en lo bueno y en lo malo.
Real Zaragoza vs Depor, un partido inolvidable
En aquel encuentro se midieron en los banquillos dos clásicos de este fútbol, antagónicos en su modelo, unidos por la historia, separados en la propuesta. Víctor Fernández era el ferviente defensor de un juego de ataque. Fernando Vázquez el arquitecto de una propuesta que acentuaba las defensas. Y en aquel triunfo, que se resolvió por 3 a 1, no faltó ningún aliciente: también un apasionante duelo en la pizarra. En una paradoja curiosa, la estrategia acabó decidiendo muchas cosas a favor del Zaragoza.
En el Zaragoza marcaron Eguaras, Atienza y Luis Suárez, que galopaba hacia el gol tan veloz como lo hace ahora. En el Depor, el goleador tuvo un rostro conocido: Víctor Mollejo. También su asistente: Ager Aketxe. Años después, el madrileño se ganaría a La Romareda con un esfuerzo innegociable. Entonces celebró el gol del empate con un reto hacia la grada y fue declarado el enemigo público número 1. Con Aketxe, que hizo temblar el misterio con un disparo a la cruceta, se cumplió una vieja ley que todavía no estaba escrita: pareció mejor futbolista con otra camiseta que con la nuestra.
Un recuerdo feliz
Ganó el Zaragoza, a lomos de Eguaras y sus pases y de un huracán llamado Luis Suárez. Aquella tarde, de fútbol a sol y sombra, nos ofreció un curioso reflejo. Nos mostró el equipo que podíamos ser. Y unos meses más tarde, nos devolvió una imagen opuesta: un equipo derrotado, vacío de público y de fuerzas, como si una maldición conspirara a favor de todas nuestras desgracias.
3 semanas después de aquel Real Zaragoza vs Depor, se decretó el confinamiento y la historia no volvió a ser la misma. El Zaragoza se cayó por completo y perdió el ascenso que planeaba. Más traumático fue el regreso para el Deportivo de La Coruña, que descendió a Primera RFEF, para vivir una travesía a la que este año le puso fin.
El domingo se cumplirán 1.918 días de un partido difícil de olvidar. Desde ese momento exacto, hasta los más jóvenes conocieron la nostalgia.