ZARAGOZA | Gabi Fernández afila y prepara el plan del Real Zaragoza en El Carlos Tartiere. Enfrente estará el equipo en mejor forma de la competición, ganador desde que llegó Veljko Paunovic. Explotó entonces el conjunto carballón una suma de talento incuestionable, calidad diferencial en su línea de tres cuartos.
La mera mención de cinco nombres lo explica absolutamente todo: Santi Cazorla, Santiago Colombatto, Ilyas Chaira, Haissem Hassan y Alemao son futbolistas de otra categoría. Y bien mezclados, en el armario de Paunovic, el Oviedo gana en su carrera contra el reloj. Detrás hay un equipo bien construido, que sabe volar a partir de Nacho Vidal y defenderse con Dani Calvo o David Costa. El Oviedo acecha el playoff y no da nada por perdido. Está difícil, pero tiene un argumento fundamental: ha encontrado en la recta final de la competición su pico de forma, en uno de esos valores que siempre parecen decisivos.
El Real Zaragoza llega al Tartiere en su mejor racha desde septiembre. Suma el 50% de sus últimos puntos y ha encadenado dos triunfos necesarios. En el vestuario las cuentas se trazaron con esas victorias, pero alcanzarlas fue una liberación. Básicamente porque nunca se contó con lograrlas de una forma tan agónica. Sin crecer demasiado en el fútbol, Gabi ha encontrado los puntos que el Real Zaragoza necesitaba a través de la tensión y el carácter competitivo. Paz social al margen, la conquista se explica a través de la distancia con el precipicio: si antes separaba un metro, ahora son cinco. Insistió Gabi en que nada está resuelto, que la salvación sigue pendiente. Y para trazarla el Zaragoza debe vencer a los pronósticos, al último de los guiones que se ha escrito.
El Zaragoza le venció al Mirandés cuando iba cuarto y le ganó a dos equipos descendidos. La distancia nunca pareció amplia con ninguno de los dos y debe mantener esa ley en el otro lado del espejo. Si perdió de manera clara ante el Racing y dolorosa ante el Levante, debe acortar las distancias con los aspirantes. Evitar también jugar el mismo partido que jugó ante ellos, ser más protagonista de lo que fue entonces. El duelo entre el Eldense y el Castellón será decisivo, pero no debe despistar a un Zaragoza al que durante mucho tiempo ya le salvaron los otros. Si la cabeza de Gabi solo está en el Real Zaragoza y la del Real Zaragoza solo puede estar en el Carlos Tartiere.