ZARAGOZA | Jorge Mas se presentó en La Romareda, dos meses después de haber ganado la carrera por el club. Mas era el representante de una estructura accionarial que abría una nueva era en Zaragoza: la primera propiedad internacional del club. Aquel día, quiso escribir sus primeras líneas maestras. Y dijo exactamente aquello que todos esperábamos oír. Hoy, tres años largos más tarde, vuelven algunas de aquellas frases: “No vamos a escatimar recursos para alcanzar la Primera División, siempre potenciando el valor de la academia. Tenemos que confiar en los chicos de la academia y darles oportunidades en el primer equipo”.
Un punto de partida
El club eligió las renovaciones de Francho Serrano, Alejandro Francés e Iván Azón en sus primeros pasos. Pareció algo más que una estrategia, también un proyecto. El fútbol se desarrolló por otro lugar. Francés fue el primero en marchar, rumbo a Primera División. Su salida llegó dos años más tarde, en un pacto que quedó escrito en su primer acuerdo. La renovación de Serrano y Azón se atascó y describió caminos diferentes.
Serrano eligió quedarse, en un proceso duro, lleno de idas y venidas. Lo anunció a final de curso y lo hizo a su manera: desde el centro del campo, en el último día de La Vieja Romareda. La salida de Iván Azón había llegado unos meses antes. Fue en el cierre del mercado invernal y sirvió para dejar dos millones en el club, cuando su renovación se había vuelto imposible. El Como apostó por él entonces sin que se sepa ahora cuál es su próximo destino.
Sus pasos fueron simbólicos y reflejaron un síntoma. En 2023, el club le había dicho adiós a Alberto Zapater, el último eslabón en la plantilla del equipo que fuimos. Se despidió en lo que fue una fiesta zaragocista: “Cuando me preguntan qué es el Real Zaragoza, les digo que es esto”, explicó entonces. Aquel día se vivió una atmósfera mágica e inolvidable. Pero a aquel momento nunca se le asignó el valor de un presagio.
El Real Zaragoza y una tendencia
A esas tres marchas les ha seguido una tendencia. Desde la llegada de la nueva propiedad, más de 20 futbolistas que pasaron por La Ciudad Deportiva -ya sea en el filial o el resto de las categorías inferiores- y que llegaron a debutar con el primer equipo han acabado saliendo. La lista admite algunas peculiaridades que no tardaremos en detallar. Pero además de Alberto Zapater, Alejandro Francés o Iván Azón, Marc Aguado, Carlos Nieto, Marcos Luna, Adrián Liso, Chema Aragüés, Alberto Vaquero, Guillermo Acín, Jaime Vallejo, Pablo Cortés, Andrés Borge, Aitor Mañas, Dani Rebollo, Miguel Puche, Dani Lasure, Álvaro Ratón, Javi Hernández, Marcos Baselga, Iván Castillo, Ángel López, Antonio Sola y Raúl Rubio han seguido un camino similar.
En ese inventario hay que añadir algunos matices. Adrián Liso salió hacia el Getafe en forma de cesión. Se espera que Marcos Cuenca pueda seguir una senda parecida en los próximos días, con Tarazona y Teruel como estaciones más probables. Al margen de esas peculiaridades hay que diferenciar entre canteranos y debutantes. Álvaro Ratón, Dani Rebollo, Raúl Rubio, Aitor Mañas o Hugo Carrillo se estrenaron el primer equipo sin ser canteranos puros, con un recorrido más breve por La Ciudad Deportiva, siempre circunscrito a su filial.
Dentro de las marchas mencionadas, hay otro matiz que puede evitar las confusiones. Algunos de esos estrenos llegaron en un contexto de pretemporada: sucedió de esa forma con Chema Aragüés, Guillermo Acín o Hugo Carrillo. Aclarados esos detalles, hay otras dos situaciones excepcionales que han sido obviadas: las de Enrique Clemente y Luis Carbonell. Los dos han protagonizado viajes de ida y vuelta, y entre ellos hay, al mismo tiempo, un mundo de diferencia. Clemente jugó en La Romareda durante el curso pasado y Carbonell pelea solo por volver a jugar. La exclusión admite una disculpa: sus primeras salidas -en forma de cesión- llegaron antes de que apareciera la Alliance Global Partners (Real Z LLC) en la cúpula zaragocista.
Destinos dispares
El inventario recoge destinos dispares y tampoco es un juicio sobre la necesidad o la injusticia de las salidas. Es, en el fondo, una amplia recopilación. Alejandro Francés, Marc Aguado, Adrián Liso e Iván Azón han alcanzado la máxima categoría en España e Italia. Marcos Luna coincidirá en la misma división que el Real Zaragoza en las filas del Almería, uno de los aspirantes. Alberto Zapater apura sus días de fútbol en Canadá, Miguel Puche se ha asentado en el Arouca portugués y Dani Lasure en la Primera División de Rumanía.
Pablo Cortés, Chema Aragüés y Aitor Mañas tomaron el destino de dos filiales: el Depor en el caso de Cortés y Alavés B en el de Chema y Mañas. Ángel López (Tarazona), Alberto Vaquero (Tarazona), Jaime Vallejo (Eldense), Dani Rebollo (Nàstic), Marcos Baselga (Nàstic) y Raúl Rubio (Barakaldo) han encontrado su lugar en Primera RFEF. Hugo Carrillo, Javi Hernández, Antonio Sola o Guillermo Acín actúan hoy en Segunda RFEF. A la espera de encontrar equipo están Carlos Nieto y Andrés Borge, cuyo futuro en el club quedó condicionado por sus últimas lesiones.
El debate de los canteranos y debutantes admite muchos matices y es capaz de provocar diferentes sensibilidades. No todos los futbolistas que pasan por La Ciudad Deportiva y llegan a debutar tienen sitio en el primer equipo. Algunos de ellos nunca estarán tan cerca del fútbol profesional como lo estuvieron en Zaragoza. Quizá porque el fútbol fue siempre una mezcla entre el talento, el trabajo, la suerte y el sentido de la ocasión. Un juego en el que también influye estar en el lugar adecuado en el momento oportuno. Puestos a revisar la historia tampoco todos los fichajes que llegaron han elevado siempre el nivel.
En el tiempo de la propiedad la cantera ha tenido un peso estratégico en el primer equipo. Ahora, de esa pauta inicial perviven Francho Serrano, Raúl Guti, Pau Sans y Juan Sebastián. En la sala de espera se mantienen tres de los últimos debutantes: Hugo Pinilla, Lucas Terrer y Hugo Barrachina. Mientras tanto, llaman la atención muchas cosas: entre ellos los registros de salidas en las etapas de formación y en el salto al primer equipo.
Un detalle sirve como conclusión. Al margen de la política de club, hay un contraste objetivo entre la estrategia inicial y todo lo que ha pasado después. Quizá la mejor pista llegó en ese primer día: cuando Jorge Mas llamó academia a lo que siempre fue la cantera aragonesa.