ZARAGOZA | En un día que será difícil de olvidar, el Real Zaragoza hizo balance, a cinco finales de que todo acabe. Camina en el precipicio, al borde del alambre, acostumbrado a un salto sin red ni precedentes. Nunca su situación pareció tan peligrosa cuando falta tan poco para acabar. Nunca una racha -tres victorias en los últimos 25 encuentros, un triunfo en los últimos 13- pudo ser tan peligrosa.
En el calendario del Real Zaragoza quedan cinco encuentros, dos duelos claves ante Racing de Ferrol y Cartagena para empezar. El descenso ya es una certeza para esos rivales, pero el fútbol nunca entendió de matemáticas. La última vez que el Zaragoza consiguió vencer, frente al Mirandés, había puesto sus pies en el descenso aunque solo fuera por unas horas. En las últimas dos ocasiones que el Eldense se dejó puntos antes que el Real Zaragoza, el equipo de Gabi Fernández repitió su resultado. Ambos equipos parecen condenados a mirarse, a revisar sus pasos, a mirar su espalda y sus talones. Un lector de este medio dejó un titular para el partido de ayer: Real Zaragoza 1-1 CD Eldense. No era un lapsus, era ingenio. Zaragoza y Eldense juegan dos partidos cada fin de semana. Y el Zaragoza no logra vencer ninguno de los dos, ni ha conseguido despegarse de su perseguidor.
La salvación del Real Zaragoza y el cuento de la lechera
El mayor triunfo de Gabi Fernández se ha alcanzado fuera del césped, en las gradas. En ese lugar ha logrado pacificar lo que parecía imposible de reconducir. Pero ha calcado los resultados de Miguel Ángel Ramírez, con 6 de 18 puntos en su camino. Hay mejoras leves en el juego y una evolución evidente en la estrategia: 6 de los 7 goles han nacido en acciones a balón parado. Pero repite errores pasados, le sigue costando un mundo ganar partidos y resbala hacia un duelo en el fuego del descenso. En el otro lado del ring, el Eldense medirá sus fuerzas ante Almería y Málaga en las próximas dos semanas. Muchos piensan que en ese punto el descenso podría quedar decidido. Pero a estas alturas cuesta creer que no se resuelva todo en una pelea sobre la bocina.
El Real Zaragoza cometería un error si contara con dos triunfos que aún no ha escrito. Entre otras cosas porque la última vez que enlazó dos victorias fue en las dos primeras jornadas de liga. Curiosamente, el Cartagena fue el segundo de una secuencia que se jugó hace un mundo. Tampoco hace falta recordar lo que ha sucedido en la última década con equipos que parecían vencidos. Otro detalle llama la atención sobre la peor temporada de siempre. Esos tres triunfos en 25 partidos le corresponden a tres entrenadores distintos: David Navarro ante el Ferrol, MAR ante el Málaga y Gabi frente al Mirandés. Si se suma el triunfo de Víctor Fernández ante el Granada, las últimas cuatro victorias tienen, por tanto, cuatro padres distintos. En pleno drama, un zaragocista de siempre buscó un guiño somarda, que no pudo ser más aragonés: “según mis cálculos, si cambiamos de entrenador cada cuatro partidos, nos salvamos seguro”.