Tanto Aguilera como Brezanzic volvían de una lesión pero, sin duda, parecía que llevaban toda la temporada jugando. Ambos tuvieron un rendimiento más que notable y el equipo agradeció su vuelta.
No cabe duda de que uno de los mejores del derbi, si no el mejor, fue Aguilera. Y es que no pudo tener mejor regreso al terreno de juego, ya que no parecía que hubiese estado 3 jornadas sin jugar por una fractura en un dedo de la mano. El madrileño fue la brújula del Huesca y supo mantener el equilibrio en el centro del campo. Gran mérito de esto fueron las 22 recuperaciones que realizó el mediocentro del Huesca. Cifra muy elevada con respecto a la habitual, ya que en todos los partidos que anteriormente había jugado no subía de las 10 recuperaciones por partido, que ya son muchas. Además, completó 41 pases con éxito, interceptó 3 balones y ganó más duelos que nunca (10).