HUESCA | El Bada Huesca ha despedido la temporada 2024/25 contra el todopoderoso Barça que le ha ganado la semifinal de la Copa del Rey que se celebra en Irún. El siete barcelonés, posiblemente el mejor equipo del mundo, ha cerrado este capítulo de la historia del club aragonés. Con el adiós de los tres capitanes -Arguillas, Adrià y Malo- si alguien buscaba un adiós cargado de simbolismo nada mejor que irse contra el Barça.
Nolasco le dio la portería de inicio a Nil Guiteras y el Bada Huesca le resistió al Barça los primeros 20 minutos. Qué decir de los de Carlos Ortega. Uno a uno, tremendos; como equipo, imparables. Como dice Nolasco, contra el Bará se juega a lo que el Barça quiere. Y hoy no iba a ser una excepción. Cuando los finales de temporada llegan, las escuadras suelen acabar exhaustos. Los de Carlos Ortega, no. Su objetivo es la final de la Copa de Europa por lo que se convierte en una máquina de triturar rivales.
Tras parar el reloj Nolasco en el minuto 20, el Barça pisó el acelerador con su máxima: tres robos, tres contras, tres goles. Y así abrió el primer hueco importante en el electrónico. Luego, poco a poco, fue marcando diferencias ante un Bada Huesca que no bajó los brazos. El problema era el rival. Es que los Richardson, Makuc, Dika Mem, Carlsbogard, Janc y compañía son máquinas de este deporte, en lo colectivo y en lo individual. Y qué decir de Nielsen en la primera parte y del galo Gerard en el segundo acto. Son porteros tremendos.
Bada Huesca dejó goles de bellísima factura. Uno de Adrià, en su despedida, desde el extremo con una vaselina cuando se caía para enmarcar; Miguel Malo, en la suya, como ‘killer’ desde los 7 metros y con una dirección -fue elegido MVP del encuentro– en la que solo lamentas que se vaya con todo el balonmano que atesora… aunque lo disfrutará la afición de Burgos. Para los resultadistas, el partido no tuvo más historia que la de un grande comiéndose a un chico; un Barça devorando al Bada -que notó el desgaste que supuso la victoria a Logroño en cuartos- en cada ataque catalán y amargando la mayor parte de los aragoneses. Pero en nada ensombrece esto el juego de un equipo que dice adiós a un temporada durísima y salvada como equipo que es.