Roberto López, la historia de otro imposible

ZARAGOZA | Roberto López firmará por el Leganés en los próximos días y da la sensación de que con él se escapa un ideal, una propuesta que rondó el imaginario de mucha gente. El proyecto del Real Zaragoza no será más aragonés de lo que ya era. En esa voluntad inicial, trasladada por la estructura deportiva a los consejeros, había una estrategia emocional, una intención romántica. Pero al rechazo de Ander Herrera ahora hay que sumarle la elección de Roberto López, cuya historia con el Real Zaragoza parece un imposible.

Roberto López dio el salto a la Real Sociedad con 14 años. Antes, había vivido un periodo de prueba en Liverpool y había llamado la atención de otras canteras, como el Athletic de Bilbao y el Villarreal. Partía del Amistad, donde había mostrado su zurda y todo su talento. En aquel momento, cuando López ya había avanzado en su acuerdo con la Real Sociedad, el Real Zaragoza apareció en la escena. Fue durante un torneo de la selección aragonesa, en los tiempos de espera que ofrecen esas concentraciones.

Aragón veía a sus rivales en la competición, cuando Pedro Suñén se presentó ante los responsables de la selección. Pidió, muy amable, una reunión en las gradas con Roberto López. El chico, introvertido y tímido, accedió con la mirada perdida. La conversación se vivió desde la distancia. Se recuerda a Suñén intentando persuadir al zurdo. López, con un punto de melancolía, negaba con la cabeza. Al poco tiempo se oficializó el traslado de Roberto a la cantera de la Real Sociedad. Sus lazos con Zaragoza y el barrio de la Jota siguieron vigentes, pero en su decisión también contó la localidad navarra de Villafranca, el pueblo de su madre. Dio entonces la impresión de que el Real Zaragoza llegaba tarde y que la Real Sociedad llegaba mejor, con una apuesta más decidida.

Roberto López creció y llegó a debutar en el primer equipo de la Real Sociedad. También en ese escenario marcó golazos. Desde entonces, ha alternado cesiones en Segunda División y se ha hecho un nombre en la categoría. Su fútbol, espectacular y llamativo, se explica mejor en los resúmenes, con golpeos que tienen un distintivo propio, una marca registrada. Irregular unas veces y genial casi siempre, Roberto López va camino de los 40 goles en el fútbol profesional.

Tras finalizar su cesión en Tenerife, Víctor Fernández creyó que podía ser una pieza diferencial para su Zaragoza. López llegó a hablar con una sonrisa de su regreso: revivió sus años como abonado y su admiración por William José. Víctor se involucró de manera personal en la negociación, en busca de un factor diferencial. Pero la última respuesta del jugador recordó a algo que le pudo haber dicho a Suñén en una conversación sobre las gradas: “ya no depende solo de mí”.

En ese punto de la negociación, llegó la llamada del Leganés y de la Primera División. Una nueva derrota en este mercado para Víctor Fernández y el final de un relato que tendrá más capítulos en el futuro. Un año más, el regreso de Roberto López sigue pareciendo un imposible.