ZARAGOZA| Se dice que a la tercera va la vencida y así fue para Rodrigo San Miguel en su tercer partido como primer entrenador del Casademont Zaragoza. Tras perder de manera ajustada ante Baskonia y Covirán Granada en sus primeros partidos, le cayó cara en su visita a la pista del Surne Bilbao Basket (104-111). 50 minutos de juego (2 prórrogas) que, a su finalización, dieron paso a la alegría de todo el Casademont y, especialmente, de su técnico, Rodrigo San Miguel.
El Casademont, a por la competición europea
A diferencia del Bilbao Basket, el Casademont no tiene su plaza europea asegurada. San Miguel aseguró que el equipo “tiene deseo“, pero no se piensa en ello durante el choque. “Durante el partido no se piensa en que te estás jugando una clasificación, pero sí que queríamos el partido“, explicó el técnico rojillo. Asimismo, reafirmó que el equipo lo luchará hasta el final: “Hemos insistido mucho el cuerpo técnico y yo durante toda la semana en que no estamos de vacaciones, que los partidos que quedan son importantes y hay que acabar bien“.
Un partido muy sufrido y trabajado
Afónico, pero feliz, el entrenador zaragozano se mostró muy orgulloso de su equipo en rueda de prensa. “Un partido que se ha puesto muy complicado en el segundo cuarto, quince abajo y hemos reaccionado. Durante momentos de la temporada este tipo de partidos nos ha costado mucho y hoy hemos querido jugarlo hasta el final“, razonó San Miguel.
Sin hacer un gran juego, el debutante en los banquillos puso en valor el trabajo reboteador de sus pupilos: “Hemos ganado los rebotes 44 a 25. Llevamos insistiendo mucho en ello estas últimas dos semanas y creo que tenemos gente que puede ir muy bien al rebote“. Especialmente, quiso poner el foco en los aleros, que cogieron 16 rebotes. Debido a ello, aseveró que “hay que seguir insistiendo porque tienen capacidad, pero hay que hacerlo cada día“.
El intervencionismo de San Miguel
Con 15 puntos abajo en el segundo cuarto, el Casademont estaba sufriendo y Rodrigo San Miguel decidió hacer algunos cambios que funcionaron muy bien. “Defensivamente había muchos agujeros y hemos ido a una zona machá, porque luego íbamos a hombre, podíamos cambiar. Creo que nos ha ido bien y nos ha devuelto otra vez al partido“, expusó el joven entrenador.
El técnico del Casademont celebró “el cambio de imagen” respecto los últimos partidos y agradeció el trabajo de la gente con muchos minutos que “ha aguantado y ha luchado porque quería llevárselo a Zaragoza“.