El objetivo no era otro que hacer piña. La mayor parte de los jugadores probaron la temperatura del agua del Guatizalema y uno de los capitanes, Gerard Carmona, cuentan que junto a Gucek, fue el que más arriesgó: los dos se sumergieron en una de las pozas. Tras la caminata, -otros senderistas les preguntaron si eran jugadores de rugby- la comida. Y cada uno apoquinando la suyo. Ensalada con tomate rosa, embutido, ternasco al horno, postre y café. Luego, regreso a Huesca y mañana triple sesión de entrenamiento.
Con sesiones dobles y triples desde el lunes, el calor está jugando a la contra en la pretemporada. Descansar es más difícil. Y descansar es fundamental para recuperar bien. Por eso es importante cortar así, desliza el técnico José Francisco Nolasco. El mensaje es claro: un equipo es más equipo cuando los jugadores se llevan bien, cuando uno sabe cuál es su rol, cuando saben que hay que estar todos a una cuando lleguen los malos momentos. Por eso el Bada Huesca suele organizar este tipo de jornadas en la primera semana de cada pretemporada.
Con tan solo tres días de entrenamientos y por muy intensos que estos sean, con mucha ‘pega’, es una quimera sacar conclusiones del balonmano de los nuevos fichajes y su adaptación al grupo. «En la primera semana todo es fantástico, todo es maravilloso. Lo que hay que ver las cosas es cuando, cuando los errores en los entrenamientos ya no son perdonables, cuando aparece la fatiga y el cansancio. Entonces hay que ver y analizar la respuesta de cada jugador», desliza Nolasco. De momento, el objetivo de hacer piña va por el camino correcto.