HUESCA | Llega una nueva era en el Huesca con el fichaje de Sergi Guilló. Un entrenador exultantemente joven y que se ha ganado el cariño de sus dos primeras paradas profesionales. La primera la tuvo en Orihuela. El equipo alicantino estaba al borde del descenso y echaron al primer entrenador para darle la alternativa a Guilló. El preparador ilicitano sorprendió y un miembro de su cuerpo técnico desvela las claves: «No especula, es un equipo que va a por el rival. Hay un estudio exhaustivo del rival. No especula ni se amedrenta ante ningún rival», analiza Paco Herrero, que fue preparador de porteros en el Orihuela.
Tras su aventura en el equipo alicantino se fue al Mérida. Ascendió una categoría y su ambición siguió siendo la misma pesa a haber firmado por un equipo que tenía como objetivo la permanencia: «Ha sido un equipo muy divertido de ver. A domicilio su equipo no dio el nivel. Su sistema comenzó siendo el 4-2-3-1. Es un entrenador muy intervencionista durante los partidos. Llego a hacer tres cambios en la primera parte. Acabó el curso con un 3-4-3, es el sistema con el que acabó jugando», explicó Nono Saavedra, periodista de Cope Mérida.
El mensaje de Guilló a los banquillos que dirigido
Por último, SPORTARAGÓN también se puso en contacto a través de Balones Fuera con un ex jugador de Sergi Guilló. El oscense Sergio Mendinueta estuvo durante seis meses a las órdenes de Guilló. El defensa altoaragónes explicó sus sensaciones como jugador: «A nivel motivacional, su mensaje llega. Sus semanas de trabajo pasan rápido. Lo pone para tontos, lo que quiere lo deja claro. Te convence y te dice lo que quiere de cada jugador», meditaba el futbolista nacido en Huesca y que coincidió en el Orihuel de diciembre a mayo.