ZARAGOZA Y HUESCA | Real Zaragoza y SD Huesca se miden en el derbi de las urgencias, en lo que es un enfrentamiento directo entre dos goleadores especiales: Mario Soberón y Patrick Soko. Al margen del componente emocional que siempre presidió estos partidos, una batalla particular mide a dos delanteros que no pueden ser más distintos, unidos por el gol y sus registros. Mario Soberón es un delantero de siempre: listo, intuitivo, conoce los secretos del área y el gol, el oficio más viejo de este juego. Patrick Soko es un velocista y un atacante moderno. Autor de 11 goles, su explosión ha sido definitiva en esta temporada. Goleador a campo abierto, es la mayor amenaza para La Romareda.
Mario Soberón, el gol como lengua materna
Mario Soberón ha demostrado ser el camino más corto hacia el gol en el Real Zaragoza. Llegó como un movimiento secundario, como un fichaje sin portadas. Pronto, sus tantos en el inicio del curso hicieron todo el ruido del mundo. La Romareda, hogar de grandes delanteros, le miró como a uno de los suyos desde el primer día.
Soberón maneja el arte del rechace, huele la sangre y no necesita estar fino para marcar las diferencias. Capaz de romper un maleficio con los delanteros, faltó 15 partidos, en una lesión que fue un expediente. Aún así ha alcanzado ya los dobles dígitos y lleva cuatro tantos desde su regreso, cuando el equipo ya era otro. Una tesis permanece vigente: la temporada pudo haber sido otra si Mario Soberón no hubiera faltado tanto tiempo. Y su lugar en el equipo admite otra teoría: las victorias del Real Zaragoza se entienden menos sin sus goles.
Soko, la gran esperanza azulgrana
Patrick Soko es la gran esperanza en La Romareda y también en lo que queda de temporada. Hasta que Hidalgo lo probó como delantero nunca había jugado en ese puesto. Un invento que a sus 28 años le ha sentado como anillo al dedo. Su velocidad es determinante porque no hay ningún defensa tan rápido como el camerunés. En el estilo que presenta el equipo oscense Soko es el Thierry Henry de los oscenses. Cada paso suyo le sirve para tomar distancias y frente al Racing de Santander recuperó su chispa. Es el futbolista más determinante de los azulgranas y si vencen hoy por una acción personal, todo apuntaría a que él es el autor de esa individualidad.
(*) Artículo escrito por Jorge Rodríguez y Jorge Puyuelo