La ilusionante victoria ante el Villarreal y el chasco con el Mirandés tres días más tarde comparten más elementos en común de los que pueda parecer a primera vista. Sí, en el Huesca siguen conviviendo virtudes livianas y defectos que suponen una pesada carga. Tevenet se quedó sin crédito para resolver las situaciones que terminaron acabando con él y Anquela tiene por delante una mini pretemporada antes del parón navideño y con el mercado invernal asomando con gesto prometedor.
Mientras, el equipo azulgrana regresó a los puestos de descenso. Merecidamente, porque la racha de 1 punto de 15 posibles le sitúa como uno de los peores conjuntos de Segunda tomando de referencia el periodo de tiempo que nació con el mes de noviembre. El huracán se llevó por delante a Tevenet (luego volvemos sobre este aspecto) y el nuevo entrenador se afana para impartir su credo al tiempo que se da cuenta de que haber visto al Huesca por televisión no es suficiente. Anquela, es obvio, conoce el perfil de sus nuevos futbolistas. Ahora falta que sistemas y cabezas se amolden.