Como si de una meiga se tratase, el gallego es el futbolista por el que pasa todo el juego del equipo. Meiga, es el nombre que se le da en Galicia a la bruja o hechicera que hace el bien y es capaz de deshacer los conjuros maléficos de las bruxas. Usándolo como metáfora, Juan Carlos es el mago de este Huesca, ya que cada partido que juega da una clase magistral de fútbol.
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Polivalencia
Aunque esta temporada empezó alternándose el puesto con Eugeni, el gallego se ha hecho dueño de esa parcela de campo. El último partido donde fue suplente fue en la jornada 6, en la derrota en El Alcoraz por la mínima contra el Albacete. Desde entonces siempre ha salido de inicio.
La calidad que atesora este jugador es indiscutible y además tiene una gran polivalencia. Puede desenvolverse en banda o acompañando al punta, aunque dónde más cómodo está es en la media punta o como volante. Junto a Mikel Rico y Mosquera, éste último más atrasado, es por donde pasa la mayor parte del juego de los azulgranas. La batuta de la orquesta de Míchel. Por ello, sin haber llegado a la mitad de la competición liguera, ya acumula más de mil minutos disputados.
Recambio habitual
A pesar de haber jugado 16 partidos en 18 jornadas, Juan Carlos es uno de los cambios más habituales que realiza Míchel Sánchez. Catorce de esos encuentros han sido como titular pero solo ha completado ocho, siendo seis los choques que ha sido cambiado. Sin embargo, tan solo ha empezado dos partidos desde el banquillo. Una estadística que habla muy bien del jugador gallego.