HUESCA | El verano ciclista sub-23 entra en su fase más caliente y lo hace con una de las pruebas más esperadas del calendario nacional: la Vuelta a Madrid Sub-23. Para el equipo Torres – Sobato, esta ronda por etapas representa el primer gran desafío de una intensa gira veraniega, en la que esperan dar un paso adelante tras el parón competitivo de junio.
La formación aragonesa aterriza en la cita madrileña tras haber retomado la actividad el pasado sábado en la Loinatz Proba Klasika, donde Will Kirkham fue el mejor clasificado con una meritoria 37ª posición. La carrera vasca sirvió como primera toma de contacto tras el ‘training camp’ de altura en Andorra, desarrollado en las instalaciones de Kione Resorts, y que supuso un punto de inflexión en la preparación del bloque para el exigente mes de julio.
Cinco etapas, cinco oportunidades
La Vuelta a Madrid Sub-23 ofrece un recorrido variado y técnico, ideal para poner a prueba la versatilidad del conjunto oscense. Serán cinco etapas que recorrerán diferentes zonas de la Comunidad de Madrid, comenzando este lunes 8 de julio en Valdemorillo (16:00) con una jornada ‘repechera’ que servirá de carta de presentación para los escaladores con punch.
El martes, los muros del este madrileño serán protagonistas en Alcalá de Henares (14:45), mientras que el miércoles llegará una de las etapas más vistosas, con tramos de ‘sterrato’ por Chinchón (14:45), que prometen espectáculo y posibles sorpresas.
No obstante, se espera que la clasificación general se decida en las dos últimas jornadas. El viernes, los corredores afrontarán una jornada reina con cinco puertos camino de San Lorenzo de El Escorial (14:15). Y el sábado llegará el punto final con una crono individual en Alcobendas (10:30) que podría ser determinante para el podio.
El bloque de Torres – Sobato para Madrid
Para encarar esta exigente Vuelta a Madrid Sub-23, el equipo Torres – Sobato ha apostado por un bloque sólido, competitivo y muy polivalente, que refleja el equilibrio entre la juventud emergente y el talento contrastado. En esta alineación se dan cita corredores con diferentes perfiles, capaces de aportar en terrenos muy diversos a lo largo de las cinco etapas.
Ismael Castaño y Alberto Domens representan la solidez nacional, dos ciclistas que conocen bien las carreras del calendario español y que aportarán regularidad y experiencia táctica. Junto a ellos, Kevin González aparece como una pieza clave para etapas con final explosivo, gracias a su potencia y capacidad de moverse bien en grupos reducidos.
El talento internacional llega con nombres como Will Kirkham, británico que ya ha demostrado su compromiso y constancia tras firmar una notable actuación en la reciente Loinatz Proba Klasika. Su progresión constante lo convierte en una baza muy a tener en cuenta. Asger Paaske, desde Dinamarca, y Callum Twelves, otro británico con instinto competitivo, aportarán frescura, ambición y esa visión estratégica tan necesaria en pruebas de varios días.
Completa el bloque Yostin Villarreal, ciclista de perfil combativo y con gran capacidad de trabajo en equipo, ideal para romper la carrera o proteger a sus líderes en los momentos decisivos.
Varios de ellos ya estuvieron presentes en la Loinatz Proba Klasika, mostrando buenas sensaciones pese a la dureza de la prueba. Ahora, el objetivo del equipo es seguir creciendo como grupo y buscar protagonismo en carrera, especialmente en las etapas más duras.
Ilusión y ambición para un verano clave
La participación en la Vuelta a Madrid Sub-23 supone el inicio de una gira estival clave para la temporada 2025 de Torres – Sobato. El equipo, que ha trabajado a fondo durante el parón, confía en poder dar un paso adelante en su rendimiento y sumar resultados que consoliden su proyecto en el panorama élite-sub23 español.
Con un calendario exigente por delante y una plantilla comprometida, el conjunto oscense arranca el verano con ilusión renovada y ambición por bandera. La Vuelta a Madrid Sub-23 será solo el primer capítulo de una historia que promete emociones fuertes.