HUESCA | Torres – Sobato vivió una semana de montaña rusa en tierras vascas, donde el susto de la caída de Will Kirkham no eclipsó una actuación coral repleta de ambición, talento y resiliencia. En una de las citas más exigentes del calendario élite-sub23, el conjunto aragonés demostró estar a la altura del desafío que suponía enlazar la Bidasoa Itzulia con el prestigioso Memorial Valenciaga. El rendimiento de Will Kirkham y Alberto Domens elevó las expectativas de un bloque cada vez más competitivo.
La Bidasoa Itzulia arrancó con fuerza para los hombres dirigidos por Torres – Sobato. En una contrarreloj inicial que marcó diferencias, tres ciclistas del equipo se posicionaron a menos de un minuto del liderato: Will Kirkham (12º), Asger Paaske (42º) y Alberto Domens (44º). Un arranque prometedor que, sin embargo, se vio condicionado por la doble caída del danés Paaske al día siguiente, que le obligó a abandonar la prueba.
A pesar de ese revés, el equipo no se descompuso. Kirkham mostró una regularidad admirable durante las siguientes etapas, colándose entre los hombres fuertes en la jornada reina y finalizando en una magnífica 11ª posición en la general. Por su parte, Domens e Ismael Castaño completaron también la vuelta por etapas, demostrando una gran cohesión grupal.
Combatividad y susto en el Memorial Valenciaga
Sin apenas tiempo para recuperar, el equipo encaró el Memorial Valenciaga, otra cita clásica del ciclismo sub23 español. La carrera, marcada por la intensidad y el control de los favoritos, no intimidó a los aragoneses. Fue Callum Twelves quien protagonizó el primer movimiento, rodando escapado durante varios kilómetros en la parte inicial del recorrido.
El momento álgido llegó con el ataque de Will Kirkham, que se lanzó en un corte de una docena de ciclistas con la intención de dinamitar la carrera antes de los movimientos clave. Una ofensiva valiente que quedó frustrada por una aparatosa caída, la cual, aunque sin consecuencias graves, obligó al australiano a abandonar la prueba. El susto no empañó la gran actuación del equipo, que encontró en Alberto Domens a su mejor clasificado del día, finalizando en una meritoria 41ª posición en un pelotón repleto de talento.
Torres – Sobato, un equipo en plena progresión
Con lo vivido en Euskadi, Torres – Sobato reafirma su evolución como estructura competitiva en el pelotón élite-sub23 nacional. Los resultados de Kirkham, la solidez de Domens y la entrega de todo el bloque dejan claro que este equipo no solo compite, sino que propone y se hace notar en escenarios de máximo nivel.
Además, la semana sirvió para demostrar que la formación aragonesa está preparada para asumir protagonismo, con ciclistas jóvenes que no rehúyen la pelea y un cuerpo técnico que sabe gestionar tanto los éxitos como las adversidades. La caída de Kirkham pudo cambiar el relato, pero finalmente quedó como una anécdota dentro de una gran actuación coral.
El ciclismo no entiende de casualidades, y lo de Torres – Sobato en esta semana vasca tiene mucho de trabajo bien hecho.