HUESCA | La Copa de España Élite-Sub23 ha llegado a su fin este fin de semana con dos exigentes pruebas en Galicia, donde el conjunto aragonés Torres – Sobato ha vuelto a demostrar que está preparado para competir al más alto nivel. Tras casi tres meses de competición por toda la geografía española, el equipo pone fin a su participación con una actuación notable en las Rutas Xacobeas y en la Copa de Vigo, dos citas marcadas por el nivel competitivo y la dureza del terreno.
La localidad gallega de Padrón acogió el sábado la penúltima prueba de la Copa, las Rutas Xacobeas, una jornada donde la fortuna no sonrió del todo al equipo. Una caída inoportuna de Alberto Domens y el ritmo implacable del pelotón dejaron al equipo muy mermado desde temprano. Aun así, Will Kirkham logró salvar los muebles cruzando la meta en 66ª posición, dejando claro su compromiso incluso en condiciones adversas.
El domingo, el telón se bajó con la siempre complicada Copa de Vigo, una prueba que no perdona errores y que exige lo mejor desde el primer kilómetro. Esta vez, fue Alberto Domens quien llevó el peso del equipo con una meritoria 25ª posición, fruto de su presencia en una de las fugas iniciales que marcaron el desarrollo de la carrera. Por su parte, Kirkham volvió a estar en la pelea, quedándose a las puertas del grupo de favoritos con una 35ª plaza que refuerza su regularidad.
Un balance muy positivo para Torres – Sobato
Con estas dos actuaciones, el equipo aragonés pone punto y final a una Copa de España muy especial, la décima desde su fundación. Más allá de los resultados, el cuerpo técnico del equipo destaca la progresión de sus corredores jóvenes y la capacidad para pelear de tú a tú con las mejores estructuras del país.
Durante todo el campeonato, Torres – Sobato ha sumado importantes puntos que afianzan su estatus en la categoría, con actuaciones destacadas en varias pruebas y una regularidad que ha sido su mejor aliada. Ciclistas como Will Kirkham y Alberto Domens han demostrado un crecimiento constante, siendo capaces de estar en el corte bueno, asumir responsabilidades en carrera y rendir bajo presión.
Mirando al futuro con optimismo
Finalizada esta exigente Copa de España, el equipo pone ya la mirada en los próximos objetivos del calendario, sin perder de vista su filosofía: dar oportunidades a jóvenes talentos aragoneses y nacionales en un entorno competitivo y formativo. La experiencia acumulada en esta edición, sumada a la cohesión mostrada por el grupo, invita a pensar en un segundo bloque de temporada lleno de ambición y oportunidades.
Además, el rendimiento en Galicia no solo ha sumado puntos, sino que ha dejado una imagen de equipo serio, combativo y comprometido, algo que no pasa desapercibido en un panorama ciclista cada vez más exigente.