Una temporada más, el Torres – Sobato ha dejado su sello en una de las citas más icónicas del calendario nacional élite-sub23: el Circuito Montañés. Con una estructura sólida, corredores comprometidos y una dirección deportiva que conoce los entresijos de este tipo de rondas, el equipo aragonés se ha ganado su lugar en la zona noble de la clasificación general, reafirmando su idilio con la prueba cántabra.
La carrera comenzó con una primera etapa caótica, sin control claro por parte de ningún equipo, lo que provocó cortes y selección desde los primeros kilómetros. Alberto Domens y Will Kirkham supieron leer la situación y se filtraron en el primer grupo perseguidor, entrando a 1’19” del ganador, lo que los mantuvo en la lucha por la general.
Kirkham, protagonista en la montaña
En la segunda etapa, la dureza del trazado hizo mella en el pelotón y fue entonces cuando Will Kirkham mostró su mejor versión. El ciclista británico del Torres – Sobato resistió junto al grupo de favoritos, firmando una meritoria 11ª posición en la etapa y concluyendo en la 15ª plaza en la clasificación general, un resultado que demuestra su progresión y la competitividad del conjunto aragonés.
El Circuito Montañés, con su tradición, nivel y exigencia, vuelve a confirmar que el Torres – Sobato sabe competir en carreras de entidad, siendo capaz de colocarse entre los mejores sin contar con presupuestos millonarios, pero sí con entrega, orden táctico y talento joven en sus filas.
Euskaldun: doble cita de nivel en el País Vasco
Antes de su paso por Cantabria, el equipo compitió en dos pruebas del Torneo Euskaldun, escenario habitual para medir el estado de forma ante algunos de los mejores bloques del pelotón sub23.
En la San Joan Proba de Segura, Yostin Villarreal aguantó en el pelotón hasta bien avanzado el recorrido, cruzando la meta dentro del control y demostrando su capacidad para adaptarse a los perfiles más duros. En la siguiente jornada, el Done Pedro Sari Nagusia de Irun, una escapada numerosa se jugó el triunfo sin representación oscense. Marc Villalba y Callum Twelves llegaron en grupos secundarios, sumando kilómetros y experiencia en una de las carreras más exigentes del circuito vasco.
Un equipo que no falla en las grandes citas
El bloque oscense sigue cumpliendo en cada carrera que disputa. Ya sea en terreno vasco, cántabro o aragonés, el Torres – Sobato demuestra ser un equipo fiable, comprometido con la formación de jóvenes talentos y competitivo frente a escuadras de gran calibre. La regularidad de sus ciclistas, el buen trabajo colectivo y los resultados acumulados consolidan su presencia entre los referentes del pelotón amateur español.
Con la mirada ya puesta en los próximos compromisos, el equipo mantiene su línea ascendente en una temporada que promete seguir dando alegrías.