ZARAGOZA | Txema Indias tiene muchos temas que abordar en sus primeros días como Director Deportivo del Real Zaragoza. La más amplia de las cuestiones se explica a través de la operación salida, que dibuja un marco muy complicado sobre el que debe trabajar el donostiarra, sabedor de que hay jugadores que pueden y quieren ofrecer más. A día de hoy, son muchos los futbolistas cuyo futuro se define a través de la incertidumbre, por lo que Indias debe analizar sus situaciones y actuar teniendo en cuenta un elevado número de factores.
El futbolista que mejor ejemplifica esta situación es Ager Aketxe. Durante toda la temporada, el vasco ha sido una sombra de lo que un día pudo llegar a ser. A los ojos de todos, Aketxe ha demostrado ser un futbolista difícil de digerir, talentoso en muchos registros pero perezoso en el resto. Con contrato hasta 2026 y un elevado salario, su salida sería la opción más lógica, pero quizá no la más viable. Similar en muchos puntos es la situación de Keidi Bare. El centrocampista, con más presencia en la enfermería que sobre el verde, encarna un contexto también complicado. La razón dicta una posible salida, aunque la viabilidad de la misma diga lo contrario.
Otros contextos más claros
Si bien hay futbolistas cuyo devenir ofrece a día de hoy pocas certezas, el futuro de otros parece estar más claro. La continuidad tanto Toni Moya como Bernardo Vital -jugadores que podrían ser colocados en una hipotética y sobrepoblada rampa de salida- se erige como la opción más probable en este momento. Otro caso concreto es el de Joan Femenías. El arquero y el Real Zaragoza debaten la opción de rescindir su contrato sin ninguna penalización, por lo que el paso del balear por el club aragonés se reduciría a una suma de partidos anticompetitivos.
Si el Real Zaragoza quiere dar pasos firmes hacia la construcción de un proyecto competitivo, Txema Indias debe afrontar una ardua operación salida explicada a través de rescisiones, acuerdos confidenciales y modificaciones en ciertas condiciones.