HUESCA | Hace un año el Huesca vivió el peor momento institucional de su historia con una crisis que subsanó el 12 de agosto. La viabilidad del club era inexistente, ya que se veía abocado a la desaparición por el desequilibrio en la cuenta de resultados. La entidad necesitaba de entre seis y diez millones de euros una vez descartados todos los compradores. La Fundación Alcoraz mantuvo contactos con siete interesados hasta que se vio obligada a desistir de esta idea. El siguiente paso fue el de lograr un crédito participativo por parte del Grupo Costa y el Grupo Pini y fue hace un año cuando el italiano desistió y el club estuvo en peligro de muerte.
Fue el 26 de julio del 2024 cuando el Huesca anunció en su web que habían llegado a un acuerdo verbal con Piensos Costa y Litera Meat. Unos días después Pini se echó para atrás y las alarmas saltaron el 3 de agosto cuando la Fundación Alcoraz zanjó esas negociaciones. Según Manuel Ollé en su comparecencia de prensa del 12 de agosto: «El 6 de agosto, de facto, el club estaba desaparecido y había entrado en concurso de acreedores».
Del 6 al 10 de agosto el Huesca contactó con diversas empresas aragonesas para que pudieran ocupar el sitio de Pini. Costa estaba dispuesto a entrar, pero no quería aportar todo el capital. Fue Antonio García Lapuente, el abogado de Costa, el que puso en contacto a la Fundación Alcoraz con ARQA. Casualmente, Ricardo Mur y Alfonso García conocían la situación del Huesca ya que un grupo mexicano interesado en la compra les pidió consejo. Finalmente, el 10 de agosto se firmaron los «Acuerdos de San Lorenzo», que bautizó Manuel Ollé y el 12 de agosto llegaron a las cuentas de la Fundación Alcoraz 4,1 millones de euros del Grupo Costa y 2 millones de Arqa.
La venta del Huesca fue una prioridad
La Fundación Alcoraz entabló conversaciones con siete grupos inversores. Solo habían trascendido los nombres de ROLA Capital y KRONOS Consoulting. Además, hubo cinco grupos más: uno mexicano, un club inglés que tenía equipo en la Premier, personas vinculadas a un equipo de Primera RFEF de un club español, un fondo inglés de una entidad importante y otro comprador del que no se dieron datos.
Los dos grupos más interesados fueron ROLA (los mexicanos) y KRONOS (los anglosajones). Díez Barroso, Ogarrio y Jaime Ordiales realizaron una oferta económica que no encajó en la Fundación Alcoraz y descartaron su venta también porque Manuel Ollé y los patronos no vieron viabilidad de futuro a este proyecto. Con KRONOS hubo negociaciones hasta el 15 de julio, que fue cuando les ofrecieron un ultimátum. Si ese día no estaba el dinero, se acababan las negociaciones. Un montante que nunca llegó y que puso en peligro el futuro del club.