ZARAGOZA | Casademont Zaragoza cayó por 73-85 ante La Laguna Tenerife en su primer partido de pretemporada, disputado este domingo en el Polideportivo de Sarriguren (Navarra). El resultado, aunque adverso, deja varias lecturas positivas en un encuentro donde los de Jesús Ramírez compitieron de tú a tú durante buena parte del choque, pese a contar con bajas importantes y estar en plena fase de construcción.
El conjunto aragonés comenzó con gran energía, mostrando destellos de lo que puede ser un bloque competitivo y físico. Sin embargo, con el paso de los minutos, el mayor rodaje y la experiencia del equipo tinerfeño acabaron marcando la diferencia, especialmente en una segunda mitad donde la fatiga hizo mella en los maños.
El Casademont Zaragoza afrontó este primer amistoso sin sus principales generadores de juego: Marco Spissu, aún en el Eurobasket; Trae Bell-Haynes, recién incorporado; y Santi Yusta, aún con descanso tras su participación con España. Tres ausencias que condicionaron la rotación, pero que sirvieron para que emergieran otros nombres con fuerza.
Joaquín Rodríguez fue, sin duda, la gran noticia del día. El base uruguayo mostró madurez, agresividad y liderazgo, confirmando las buenas sensaciones que dejó en la AmeriCup. Por otro lado, Erik Stevenson también brilló, dejando claro que será un jugador a tener en cuenta en la faceta ofensiva, sin miedo al error y con personalidad para asumir tiros clave.

Un primer cuarto de intensidad y confianza
Jesús Ramírez alineó en su quinteto inicial a Moreno, Stevenson, González, Kabaca, Dubljevic y el choque arrancó. El Casademont Zaragoza empezó muy activo, con Miguel González inaugurando el marcador y Joaquín Rodríguez dando continuidad con acciones ofensivas y asistencias. Un parcial inicial de 14-7 obligó a Txus Vidorreta a pedir tiempo muerto.
Tras el parón, el Tenerife, que también contaba con ausencias (como Shermadini, Fitipaldo o Giedraitis), tardó en carburar y poco a poco se fue asentando y acortando diferencias. No obstante, pese al empuje insular, el equipo aragonés se fue por delante al término del primer cuarto (23-21), transmitiendo confianza y dejando destellos de un juego rápido y físico, con buenas combinaciones entre interiores como Joel Soriano, Devin Robinson o Kabaca.
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— Casademont Zaragoza (@casademontBZ) September 7, 2025
En el segundo cuarto, Tenerife llegó al descanso con una ligera ventaja (41-44) tras aprovechar su acierto exterior, con triples de Doornekamp, Sastre o Abromaitis. Aun así, Casademont logró aguantarle el pulso a los isleños, con Dubljevic entonado desde el triple, haciendo esa función que tanto gusta de pívot con mentalidad de base, y una rotación que Ramírez movió con frecuencia para dar minutos a todos sus jugadores. A fin de cuentas, no deja de ser un encuentro de preparación para el curso y es importante que todos los jugadores tengan rodaje, amén de empezar a gestar las primeras conexiones.
El Tenerife marca la diferencia tras el descanso
La diferencia real se empezó a gestar en el tercer cuarto. El Tenerife apretó en defensa y aumentó el ritmo, mientras que Casademont Zaragoza mostró señales claras de fatiga tras una dura semana en Benasque. El parcial de 15-25 en ese tercer periodo fue un golpe del que ya no se pudieron recuperar los zaragozanos (56-69).
A pesar del desenlace, Ramírez aprovechó el encuentro para seguir ajustando roles y probando combinaciones. El juego fue perdiendo fluidez en el último cuarto, propio de una pretemporada todavía en pañales, pero sirvió para seguir rodando piezas como Langarita, Soriano o Faye, además de confirmar que Dubljevic llega mejor físicamente que al final del curso pasado.
De esta forma, aunque la victoria se escapó (73-85 al final del último cuarto), el primer test dejó una base ilusionante: intensidad, carácter, actitud y un equipo que quiere construir una identidad. La Laguna Tenerife, por su parte, demostró que la continuidad y la experiencia marcan diferencias en estas fases del año.