ZARAGOZA | A diferencia de lo que ocurriera en las dos temporadas anteriores, el arranque liguero del Real Zaragoza no fue bueno. Ya no solo en el resultado, sino que también dejó algunas sombras difícil de ocultar y realmente preocupantes. Pese a que Gabi insistió en que veríamos un equipo competitivo, en la primera jornada vimos a un conjunto al que le faltó ambición y sobre todo lo más importante: concentración durante los 90 minutos. Una alarmante desconexión tiró por la borda algunos aspectos positivos vistos durante el choque y sacó los colores al entramado defensivo de un equipo en una acción que no es propia de un conjunto profesional y que dejó a Dani Tasende como principal señalado.
Conscientes de la gran oportunidad de empezar sumando de tres, los de Gabi Fernández salieron al encuentro tratando de minimizar riesgos y monopolizar el esférico. Mientras los aragoneses seguían defendiéndose con el balón, Paulino y Sebas Moyano fueron los encargados de acelerar las jugadas e intentar crear peligro. A estos dos, rápidamente se unió el tercero de la línea de tres: Aketxe. El vasco se reencontró unos minutos con el fútbol que le trajo a Zaragoza, probó varios golpeos e intentó ser definitivo en la mayoría de sus acciones. Pero pese a ser superior a su rival, al Real Zaragoza le faltó colmillo y una desconexión le castigó, probablemente, en exceso. Una desafortunada pérdida en campo contrario pilló a los aragoneses completamente desorganizados y en apenas tres contactos la Real Sociedad «B» desarmó por completo a los blanquillos y Ochieng puso el 1-0.
Los cambios mejoraron, pero faltó mordiente
El gol del filial donostiarra hizo que los de Ion Ansotegi crecieran en el partido. Tras un par de ajustes en el descanso, los locales fueron capaces de disputar el dominio del esférico y de las oportunidades al Real Zaragoza en el arraque de la segunda mitad. Las fuerzas se igualaron y los aragoneses, por detrás en el marcador, debían ir a por el encuentro y arriesgar. Fue entonces cuando Gabi empezó a mirar al banquillo y dar entrada a los suplentes con el fin de agitar el choque. Aunque el madrileño renovó el frente de ataque, a su equipo le siguió faltando colmillo. Mejoraron con la entrada de Pau Sans que sí lo intentó, pero poco pudo hacer. Sin un volumen excesivo de llegadas peligrosas, el Real Zaragoza sí contó con un par de ocasiones para voltear el marcador pero en esta ocasión no pudo ser.
De este modo, el Real Zaragoza de Gabi Fernández comienza la temporada con un tropiezo doloroso y que evidenció la falta de colmillo de un equipo que por momentos pareció faltarle calidad para poder ganar. De nada sirvió ser superior en líneas generales, pues una terrible desconexión y la falta de ideas en ataque dictaron sentencia en el Reale Arena.
Ficha técnica: Aitor Fraga; Unax Agote, Peru Rodríguez (Ichiya Kazunari, 70′), Luken Beitia, Alberto Dadie; Mikel Rodríguez (Alex Lebarbier, 63′), Tomy Carbonell, Gorka Gorosabel (Lander Astiazaran, 83′), Ekain Orobengoa, Job Ochieng (Jon Eceizabarrena, 84′); Arkaitz Mariezkurrena (Gorka Carrera, 63′).
Adrián Rodríguez; Juan Sebastián, Carlos Pomares, Aleksandar Radovanovic (Iván Calero, 57′), Dani Tasende; Francho Serrano, Raúl Guti; Sebas Moyano, Ager Aketxe (Pau Sans, 71′), Paulino de la Fuente (Samed Bazdar, 88′); Dani Gómez (Mario Soberón, 57′).
Árbitro: Miguel González Díaz
Tarjetas: Sebas Moyano (46′), Radovanovic (48′); Mikel Rodríguez (48′), Mariezkurrena (60′)
Goles: Job Ochieng (35′).