“El equipo ha transmitido buenas sensaciones”. Así resumió García Fernández-Velilla el encuentro que disputó su equipo el sábado en la Sociedad Deportiva Lagunak de Barañain (Navarra). Un partido donde pese a la derrota sufrida por la mínima frente al conjunto local por 27-26, lo más importante para este primer choque era el reencuentro del equipo con la competición después de haber estado inactivo desde el pasado mes de marzo. La máxima para este choque, evitar que se apoderara en la plantilla las ansias de salir a pista a fin de evitar ningún tipo de lesión.
Así lo transmitió el técnico aragonés a su plantilla antes del inicio del partido, sin renegar el poder conseguir la victoria para este encuentro. Con el pitido inicial y transcurridos los primeros minutos del encuentro se vieron los primeros vestigios de lo que puede dar de sí esta temporada un Schar Colores Zaragoza, que para este encuentro, lucio la camiseta roja de Balonmano Colores. El Schar dio muestras de que pese a su juventud y ser una plantilla en la que se han incorporado numerosas piezas para esta temporada, es un equipo al que no le faltara carácter competitivo. Es un gen impreso en cada una de sus jugadoras que la forman y que como dijo su técnico con anterioridad a este partido forman un grupo que tiene un denominador común, ” hambre de balonmano”.
En el encuentro participo todo el equipo, que fue rotando su protagonismo durante el transcurso de los minutos del partido para trabajar diferentes variantes tácticas tanto a nivel defensivo como en ataque, obteniendo resultados satisfactorios en la gran mayoría de las ocasiones y tomando nota de los aspectos en los que el equipo puede y debe mejorar.
Pese a la buena imagen ofrecida en este primer encuentro frente a Balonmano Lagunak, el Schar Colores Zaragoza tiene por delante una amplia curva de aprendizaje que a buen seguro y vista la actitud del equipo en este primer test de temporada, le hará crecer y aspirar a cotas más altas esta campaña.