Con las sanciones de Melero y Samu para el compromiso contra el Nàstic en el Nou Estadi, Anquela decidió apostar por defensa de cinco con Alexander, Iñigo López, Jair, Carlos David y Brezancic. En el medio, Lluís Sastre y David López rodearon a Juan Aguilera para formar un trivote de contención, mientras que Camacho y Borja ocuparon los puestos de ataque. Es decir, este once dejó fuera a los dos puñales de la primera vuelta justo en el momento en el que todo parecía que iban a ser más importantes en ataque debido a las bajas de Samu y Melero, los pilares del Huesca en la elaboración del juego ofensivo. En ese choque, Ferreiro sí que entró: lo hizo en el minuto 61 por David López mientras, que Vadillo vio todo el partido desde el banquillo.
¡No te pierdas el último Balones Fuera! | Guilló se estrena en casa con un buen empate
En el derbi no fueron las bajas las que provocaron el cambio de sistema, sino que fue el tiempo y el estado del terreno de juego de El Alcoraz. Con el campo encharcado y en malas condiciones para la práctica del fútbol de toque, conducciones largas y jugadas elaboradas, Anquela volvió a dejar fuera del once a ambos para dar entrada a Lluís Sastre en la medular (Melero recuperó su lugar en vez de David López) y formar con tres centrales atrás, los mismos que en Tarragona. Durante el partido, Vinícius, Samu y Alexander fueron los cambios realizados y no Ferreiro y Vadillo.
Habrá que ver si en Córdoba Anquela vuelve a dejar fuera a las dos alas titulares de la primera vuelta o si, por el contrario, da entrada a dos jugadores que han sido pieza clave en el buen juego mostrado por el equipo azulgrana en la primera parte de campeonato.