Rodeada por sus compañeras y el equipo técnico, la «eterna capitana» se ha despedido de «su gran amor», el club por el que se ha sentido «arropada, entendida y protegida» desde el banquillo hasta la grada. Y es que, el carisma de la ala-pivot ha traspasado con creces los límites de la cancha: “El mayor logro de este club y mío como capitana y con lo que me voy eternamente agradecida y satisfecha es que hemos traspasado las televisiones, las casas, los asientos, los corazones… Hemos llegado a la gente, a los niños, a las personas mayores, absolutamente a todo el mundo, ese es mi legado”.
Su legado tiene un nombre. Y también un color: la Marea roja, «el motor que mueve» este equipo. A ellos, también les ha querido decir adiós: «No dejéis de estar ahí para las siguientes jugadoras, ayudáis más de lo que podáis imaginaros. Os voy a llevar siempre en el corazón«.
Una parte de su corazón se queda en Zaragoza. En los vestuarios de un club hacia el que se ha deshecho en agradecimientos: «Gracias por la carrera deportiva, por todo lo vivido, tanto lo bueno como lo malo. Y sobre todo, gracias a toda la gente que se ha cruzado en mi camino y ha hecho de mi una mejor deportista y una mejor persona«.
Aunque la jugadora rojilla cuelgue las botas, su marea roja todavía tendrá la oportunidad de verla jugar en la cancha. La capitana del Casademont Zaragoza tiene por delante citas claves para el desenlace de esta temporada. En las próximas semanas se decidirá la Liga y en verano tiene un compromiso con la selección de 3×3: «Me encantaría terminar la Liga llegando a la final y si podemos ganarla, mejor. El resto de verano como he dicho tengo 3×3, me retiraré allí a final de verano y me encantaría conseguir la plaza para ir a las olimpiadas«.
Vega ha defendido la camiseta de Casademont Zaragoza en tres temporadas diferentes y en 125 partidos entre Liga Femenina Endesa, Copa de la Reina, Supercopa, Eurocup Women y Euroleague Women. Levantó la histórica Copa de la Reina en Zaragoza en un recuerdo que siempre estará en nuestra memoria, y se ha ganado el corazón de la ‘Marea Roja’.
